Las cotizaciones de la onza de oro retrocedieron desde sus máximos de casi siete años en el mercado de Nueva York. Una relajación temporal de las tensiones geopolíticas en Medio Oriente estimuló a los inversionistas a tomar ganancias.
En el Commodity Exchange (Comex), el contrato de la onza de oro para entrega en febrero perdió 0.9% para cerrar 1,560.20 dólares. Sin embargo, desde su máximo de la sesión de 1,615 dólares –su preció más alto desde abril de 2013–, se replegó 3.4 por ciento.
El oro se replegó de la marca psicológica de los 1,600 dólares después de los comentarios menos agresivos del presidente de Estados Unidos.
Donald Trump dijo que los ataques de misiles iraníes a bases militares en Irak no habían herido a ningún estadounidense y que Teherán parecía estar tratando de reducir el conflicto.
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Los precios del oro repuntaron en las operaciones electrónicas enseguida de que Irán atacó una base aérea estadounidense con sede en Irak.
Teherán tomó represalias contra Estados Unidos por el ataque con aviones no tripulados que mató a un militar iraní de alto rango la semana pasada. Los acontencimiento generaron especulaciones de una nueva guerra en Medio Oriente.
El oro es un activo muy buscado por los inversores en tiempos de incertidumbre política y económica. Se le llama el activo de refugio por excelencia en momentos en que inversionistas se alejan de la volatilidad.
Operadores comentaron que las hostilidades parecen haber hecho una pausa temporarl. No descartan que la situación podría volver a escalar fácilmente en el corto plazo.
En otros metales preciosos, el paladio extendió su recuperación y subió 2.6%, a 2,104.95 dólares la onza, cerca del máximo histórico de 2,108.81 dólares. El platino disminuyó 1.4%, a 957.02 dólares por onza, mientras que la plata cayó 1.3%, a 18.15 dólares la onza.
