Este inicio de año 2020 es distinto a cualquier otro: marca el final de una década. Entra un año más y, con éste, se posa frente a nosotros un lienzo completamente blanco en el que se pintarán las historias que definirán el futuro de nuestro país y del mundo. Por ello, debemos iniciar este año como lo merece, con tenacidad y energía.
En los últimos años, hemos sido testigos de cambios que han transformado para siempre la manera en que vemos el mundo. La tecnología, la automatización y la digitalización han borrado por completo las fronteras y barreras, y nos han conectado en un plano funcional y personal con cada rincón del mundo. Estos avances han traído consigo posibilidades que antes ni si quiera concebíamos como posibles. La digitalización, o incorporación de tecnologías digitales en todas las áreas de las empresas, ha cambiado fundamentalmente la forma en que un negocio opera y brinda valor a sus clientes. Por ello, debemos aprovechar los beneficios de nuestra era y explotar las ventajas que ésta nos proporciona.
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La transformación digital expande enormemente las posibilidades de realización de cualquier tarea, trayendo grandes beneficios económicos y oportunidades de negocio. Diariamente, atravesamos cambios drásticos que modifican, casi de manera inmediata, los procesos y técnicas operativas de cualquier industria. Las empresas son obligadas a transformarse rápidamente para cumplir con las demandas económicas, ecológicas y sociales para no estancarse. Son precisamente las nuevas tecnologías, de la mano de la digitalización, las que evitarán que caigamos en la obsolencia, nos volverán resilientes y mantendrán relevantes. La transformación digital es necesaria, inevitable e innegable.
Los invito a sumarse a esta revolución digital, a incluir el trabajo por México a su lista de propósitos para Año Nuevo, y a esforzarse por el bienestar del país y de sus habitantes. Es una labor que tenemos que hacer juntos, en colaboración constante y sin excusas. Aprovechemos las herramientas que la digitalización nos concede y, de la mano con el factor humano, caminemos hacia el bienestar y la estabilidad de México.
Por: Rubí Alvarado, directora general de Energy & Commerce