Shell obtuvo un beneficio atribuido de 20,101 millones de dólares en el 2021 por el fuerte incremento de los precios del petróleo y gas.
Esos beneficios contrastan con las pérdidas atribuidas de 21,680 millones de dólares en 2020, cuando la industria colapsó por la crisis de la covid-19.
Igualmente, Shell informó que sus ingresos anuales alcanzaron 272,657 millones de dólares en 2021, un ascenso del 48.8 % frente al año anterior.
Asimismo, los beneficios anuales antes de impuestos sumaron 29,829 millones de dólares, frente a las pérdidas antes de impuestos de 26,967 millones de dólares en 2020.
“Hemos conseguido un fuerte desempeño financiero en 2021. Nuestra fortaleza financiera y disciplina apuntalan la transformación de nuestra compañía”, señaló el consejero delegado de Shell, Ben van Beurden.
Debido a los buenos resultados, Shell anunció una recompra de acciones por 8,500 millones de dólares para la primera mitad de 2022. Asimismo, comunicó un incremento de los dividendos del 4%.
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En 2021, Shell hizo compras por valor de 174,913 millones de dólares, mientras que los gastos de producción y fabricación llegaron a 23,822 millones de dólares. Adicionalmente, los gastos por venta, distribución y administración se situaron en 11,328 millones de dólares, un 14.6% más que en 2020.
La deuda neta de la empresa se situó en 52,555 millones de dólares en 2021, un 30.2% menos que el periodo anterior. El ajuste de la deuda está asociado en parte a la generación del flujo de caja en el último trimestre de 2021; debido a los ingresos por desinversiones a raíz de la venta de Permian en Estados Unidos.
“Hoy estamos haciendo nuestra distribución con el anuncio de un programa de recompra de acciones de 8.500 millones de dólares. Esperamos incrementar nuestro dividendo por acción en un 4 % para el primer trimestre de 2022”, agregó.