Royal Dutch Shell planea invertir entre 5,000 y 6,000 millones de dólares por año en nuevas energías, como parte de su plan para alcanzar la neutralidad carbono de aquí a 2050.
El gigante anglo-holandés eliminará siete refinerías y reducirá su producción de gasolina y diésel en un 55% durante la próxima década.
Shell, que construyó su marca explorando petróleo y gas, describió que la producción de petróleo de la compañía alcanzó su punto máximo en 2019; espera que disminuya entre un 1% y un 2% anual.
“Nuestra estrategia acelerada reducirá las emisiones de carbono y generará valor para nuestros accionistas, nuestros clientes y la sociedad en general”, resaltó Ben van Beurden, presidente ejecutivo de Shell.
Al presentar planes para alcanzar su objetivo de eliminar totalmente su huella de carbono para 2050, Ben van Beurden enfatizó que sus nuevos gastos estarán enfocados en energías verdes.
“Este gasto significará una mayor producción de energías renovables, fabricación de biocarburantes o más puntos de carga para vehículos eléctricos. También una lenta reducción de la producción de petróleo”, precisó.
Solo la inversión en energías renovables, incluido el hidrógeno, ascenderá a entre 2,000 y 3,000 millones de dólares anuales; es decir, un 10% del gasto total del grupo sumando todas sus actividades.
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Shell detalló que aumentará la producción de gas natural licuado, combustibles bajos en carbono como bioetanol e hidrógeno; para eliminar o compensar todas las emisiones de carbono de las operaciones de la compañía y los productos que vende.
Concretamente, Shell detalló un calendario para reducir sus emisiones de dióxido de carbono entre un 6 y un 8% hasta 2023; 20% hasta 2030, 45% hasta 2035 y 100% en 2050.
Sin embargo, esto no significa que el grupo deje de lado su producción de petróleo y de gas, de donde vienen la mayoría de sus ingresos. Estima invertir 8,000 millones de dólares por año en la explotación y producción de hidrocarburos.