Resiliencia en la industria Oil & Gas – Efrain Mariano
En 2020, la irrupción de la pandemia sacudió a las principales industrias del mundo. El sector Oil & Gas, en particular, fue de los más afectados. Ahora, en plena reactivación, debe enfocar sus capacidades hacia proyectos más rentables y eficientes.
México posee uno de los tesoros en recursos prospectivos más importantes del mundo. De acuerdo con la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), México cuenta con 112, 800 millones de barriles de petróleo crudo equivalentes en recursos prospectivos; tanto en áreas terrestres, como en zonas marítimas.
Sin embargo, ante la sacudida de la pandemia y con la mayoría de las economías del mundo moviéndose hacia modelos energéticos más amigables; esos recursos prospectivos no parecen ser tan atractivos actualmente.
No obstante, a la industria global de Oil & Gas aún le quedan varias décadas de exploración y producción. El petróleo todavía es la principal fuente de energía en el mundo; con una participación promedio del 32% del consumo energético global.
Es un recurso natural clave como materia prima para la producción de miles de artículos, principalmente en industria petroquímica; la cual produce miles de productos que se usan en todos los sectores de la economía. Por ejemplo, para la agricultura (fertilizantes y plaguicidas); en la automotriz (neumáticos y piezas para vehículos eléctricos); con la electrónica (plásticos y materiales para computadoras, celulares, etc.); en el transporte (textiles, partes y combustible); entre muchos otros sectores.
Resiliencia en la industria y proyectos de alta rentabilidad
Bajo esa perspectiva, las empresas petroleras deberán enfocarse en seleccionar los proyectos de mayor rentabilidad, juntos con los presupuestos más eficientes. En cuanto a los financiamientos para los proyectos de resiliencia en la industria Oil & Gas, las instituciones financieras están ajustando los requerimientos. Con la transición energética en marcha y la suma de esfuerzos contra el cambio climático; las instituciones multilaterales están evaluando el impacto ambiental de los proyectos para otorgar o no los recursos.
En general, las instituciones financieras de desarrollo, como Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés), Banco Internacional de Desarrollo (BID) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF); están poniendo más restricciones para apoyar proyectos Oil & Gas energéticos. Están priorizando los prospectos de energías renovables. Incluso, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) por ahora tiene instrucciones de no financiar proyectos de combustibles fósiles.
Los proyectos de petróleo están frente a un panorama con restricciones financieras por las presiones internacionales para contener las emisiones. Sin embargo, como sabemos, la industria de petróleo y gas es históricamente resiliente.
En palabras de Alberto de la Fuente, presidente y director general de Shell México; la industria petrolera es históricamente resiliente, porque siempre ha trabajado con altos niveles de incertidumbre y riesgo. Bajo ese contexto, los proyectos en el sector continuarán, con o sin apoyo financiero. En palabras de expertos, a la industria petrolera aún le quedan al menos tres décadas de desarrollo y protagonismo.
México avanza en exploración y producción
Con la apertura del mercado petrolero en México hace seis años, la actividad de exploración aumentó en todos los segmentos: terrestre, someras, profundas y ultra profundas.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), de 2015 al primer trimestre del 2021, se han reportado 77 pozos exploratorios exitosos. Los cuales pueden considerarse descubrimientos exploratorios.
De esos descubrimientos, 20 han sido terrestres. De los cuales, el 90% corresponde a Pemex y el 10% a Newpek. En aguas someras, el área con mayor éxito exploratorio en México, se han perforado 37 pozos. De esta cifra, la empresa productiva del Estado ha perforado el 86%; mientras que Hokchi Energy, Eni México y Talos Energy han perforado el otro 14%.
En lo que se refiere a aguas profundas y ultra profundas, se han perforado 20 pozos exitosos, de los cuales, Pemex ha perforado 15, Repsol 2, y Murphy, Shell y CNOOC un pozo. “Si bien la contingencia sanitaria ha hecho que se desfasen muchas de las actividades consideradas en muchos de los planes, las operaciones no se han detenido. Eso se puede observar en los últimos contratos de las rondas de licitación, que se firmaron de 2018 a la fecha, y que han ejercido ya aproximadamente el 50% de la inversión aprobada dentro de los planes de exploración”, comentó la Comisionada Alma América Porres Luna.
Durante los últimos 5 años, hay un total de 112 pozos de exploración (incluyendo delimitadores); que se han perforado en aguas someras en todo el Golfo de México. De estos pozos, 91 corresponden a México; mientras que sólo 21 se han perforado en aguas territoriales de los Estados Unidos.
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Sin embargo, en lo que corresponde a aguas profundas y ultra profundas, los resultados se invierten, ya que, de 317 pozos exploratorios perforados (incluyendo delimitadores); solamente 43 que más capital ha destinado en los últimos seis años. La petrolera italiana ha desembolsado 1,244 millones de dólares en los campos Amoca, Mizton y Teocalli. Le siguen Hokchi Energy con 814 millones de dólares en el campo Hokchi y Fieldwood Energy E&P México con 668 millones de dólares en los campos Ichalkil y Pokoch.
En tanto, Shell Exploración y Extracción de México acumula una inversión de 452 millones de dólares. Asimismo, BHP suma un desembolso de 435 millones de dólares en el campo de aguas profundas; mientras que Trión y Talos Energy reporta una inversión de 282 millones de dólares en el campo Zama.
En cuanto a resiliencia en la industria, el área que más inversiones registra este año es Ek-Balam con 260 millones de dólares; seguido de Amoca, Mizton y Teocalli con 112 millones de dólares y en tercer lugar Ichalkil y Pokoch con 104 millones de dólares.
Desde la perspectiva de la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (Amexhi), la iniciativa privada ha invertido casi 16,000 millones de dólares en México.
De acuerdo con AMEXHI, esta inversión ha generado beneficios tangibles. Entre ellos 14,150 empleos directos (promedio anual de 2020), inversiones en fortalecimiento de proveedores nacionales por 2,550 millones de dólares al 2020, ingresos para el Estado de alrededor de 5,200 millones de dólares a 2020; así como 10 descubrimientos de hidrocarburos entre 2017 y 2020, y el incremento de las reservas de hidrocarburos de la Nación 1P, 2P y 3P en 29%, 43% y 39% respectivamente; por parte de contratos del 2019 al 2020.
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Actualmente, las empresas petroleras aportan 70,000 barriles diarios de petróleo y 240 millones de pies cúbicos diarios de gas.
AMEXHI considera que la certidumbre en los Contratos para la Exploración y Extracción de Hidrocarburos derivados de las rondas de licitación; protege la inversión comprometida en México. Asimismo, el organismo coincide con el gobierno de México en sus objetivos de asegurar la soberanía energética y el abasto de hidrocarburos; en beneficio de la sociedad mexicana.
“Sostenemos que uno de los vehículos para lograr estas metas es la participación del sector privado nacional e internacional mediante los Contratos para la Exploración y Extracción de Hidrocarburos de los que el Estado Mexicano es socio. Todo ello fortalece la soberanía y la seguridad energética de México, ayudando a la economía del país”, refirió el organismo por medio de un comunicado.
Precios del petróleo
Al cierre del mes de agosto, los precios del petróleo acumulan una ganancia de 40% en lo que va del año y oscilan en máximos desde 2018. Incluso, el crudo Brent se intercambia sobre los 70 dólares. Ese es un valor que se ubica casi 40% % por arriba del precio ideal establecido por la industra petrolera; para realizar con rentabilidad la exploración y extracción de petróleo crudo, incluyendo en aguas profundas y fracking.
El año pasado, los precios del petróleo se desplomaron a niveles sin precedentes a comienzos de la pandemia. Incluso, en abril, el crudo texano y la mezcla mexicana de exportación perdieron por completo su valor y se intercambiaron en terreno negativo.
Las estrategias de contención de la pandemia, la política flexible de la OPEP y el inicio de las campañas de recuperación; ayudaron a reactivar la economía mundial y como consecuencia, a reactivar la demanda de hidrocarburos y a impulsar los precios del petróleo. Produjeron resiliencia para la industria.
La expectativa es de que los precios del petróleo oscilarán sobre los 70 dólares el último trimestre del año. Por eso, los proyectos de exploración y extracción de la industria petrolera, continuarán con sus presupuestos y planes ya contemplados.
De acuerdo con la Amexhi, existen aprobaciones por más de 41,000 millones de dólares en planes de exploración en México. Esos proyectos, junto con los actuales precios del petróleo, darán resiliencia a la industria de Oil & Gas; para encarar con soporte las actividades de la industria en los próximos años.