El placebo mundial. Autor: Ramses Pech – Grupo Caraiva – León & Pech architect
El 2021 no será de buenos deseos. Deberá ser la base del mundo para conformar una misión que asegure que en el 2060 no tengamos que encerrarnos cada cierto periodo de tiempo por falta de calidad del aire; la suficiente energía y el dinero para poder cubrir la necesidad del mundo ante cualquier masa en el espacio que ocupe un lugar y afecte en forma directa al ser humano.
Lo irónico del mundo. La evolución del hombre nos concibió para tener contacto directo con el hábitat; sin embargo, ante el crecimiento poblacional y avances tecnológicos tuvimos que cubrirnos para no enfermarnos al estar en contacto con el entorno. Con la revolución industrial tomamos de la naturaleza las energías primarias y alteramos el entorno de los ecosistemas. La naturaleza se reveló y hoy tenemos un virus que alteró nuestra forma de vida. En este sentido, no cambiar significa tener interrelación en la naturaleza, al cubrirnos no de pelo o ropa; sino de sistemas aislantes que no permitan que nos enfermemos.
El 2021 no cambiará el hecho, pero sí asentará la base para que el mundo esté dispuesto a no sufrir alteraciones en 2060.
El mundo tiene un placebo para eliminar parte de la incertidumbre, y se llama vacuna.
El placebo es una realidad virtual creado del deseo de nuestras neuronas de que todo estará bien; pero muchos de los países han creado una visión alternativa de corto plazo ligado a tener la forma de controlar este y otros virus; escenarios donde ha quedado demostrado que el ser humano puede tener una adaptabilidad rápid; así como investigar y crear nuevas normas para la convivencia humana. Pero todo esto no puede ser posible sin:
EL DINERO.
El placebo de la vacuna se suma al del dinero, como su significado en latín agradare, nuestra mente está conforme con esto al cierre del 2020.
El dinero significa inversión y circulación en la economía de un país. Esto implica crecimiento para hacer frente ante cualquier cambio en forma abrupta como lo acontecido este 2020.
En el último lustro, la inversión mundial en energía ha sido del 44% en combustibles, 41% en electricidad y 15% en eficiencia de la energía.
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Esta visión cambiará a partir del 2021 para llegar en 2050 a alrededor del un 50% a 55% en la parte de eléctrica; y un 20% a 25% en la eficiencia bajo economías circulares. Todo esto dependerá de los acuerdos que pueda haber en 2021 a nivel global y no en forma individual de cada país.
México es parte importante en el mundo del mercado energético; sin embargo, no sólo por estar en una región donde tenemos un tratado comercial vigente con EUA y Canadá.
Cada nación que considere que su mercado sólo depende de una inversión para estar acorde con el mundo, sólo creará placebos de corto plazo; y estará destinado a ser un país mediocre y sin una misión de largo plazo.
Del total de inversión en energía en el mundo, el 75% a 80% se concentra en tres regiones:
El dinero tiene un límite. Si lo coartas o controlas, crearás un efecto de invernar circulante, al no permitir que otros tomen el riesgo de algo que la inversión pública no puede hacer o sostener.
Los países asiáticos son parte importante de este cambio por el número de población y las necesidades que tienen ante la creciente demanda de energías primarias. En la siguiente tabla se observa cómo han invertido en electricidad.
Además, los países asiáticos están apostando al mercado de la electricidad en todo su conjunto.
Siendo que EUROPA está invirtiendo en tener un mejor aprovechamiento de las energías primarias como se observa en la tabla siguiente:
En el mundo podemos crear muchos placebos para la mente o el cuerpo. Pero en los hechos energéticos o financieros, la única forma de agradar a un mercado es tener el dinero con reglamentaciones; con normas y leyes que permitan un balance entre las necesidades para que permanezcan proyectos o inversiones en un largo plazo.
¿Cuál es el placebo en México? Conformarnos con lo actual o simplemente pensar que hacemos las cosas correctas en corto plazo.
La oportunidad única que tendremos tiene fecha de caducidad. Si no la aprovechamos construyendo las bases de una transición energética en 2021, con base en el aprovechamiento de las energías primarias y permitiendo un mercado equilibrado entre lo público o privado, estaremos destinados a continuar ampliando el déficit de nuestra balanza comercial; diciendo al mundo “acércate conmigo porque quiero importar tus productos, servicios y materias primas. Mi mercado no tiene forma de producir”.
El dinero tiene un límite, si lo coartas o controlas, crearás un efecto de invernar circulante; al no permitir que otros tomen el riesgo de algo que la inversión pública no puede hacer o sostener.
Agradezco a cada uno de los que leyeron cada artículo esperando poder aportar con conocimiento. No deseo un feliz 2021, prefiero decir que tu misión se consolide en hechos para poder vivir en tu entorno.
