Las petroleras estadounidenses Diamondback y Endeavor anunciaron su fusión, en una operación valorada en 26,000 millones de dólares. La operación creará un nuevo gigante en hidrocarburos de esquisto en la boyante zona de la Cuenca Pérmica, en el sur de Estados Unidos. El monto será abonado en acciones sumadas a 8,000 millones de dólares en efectivo.
Travis Stice, CEO de Diamondback, comentó que la fusión va a consolidar su presencia en el mercado de esquisto.
“Desde hace doce años somos el principal operador de bajo costo en la Cuenca Pérmica. Ahora no solo seremos más grande, sino mejores, sobre todo gracias a las sinergias de capital y superficie para extracciones”, destacó.
De acuerdo con las compañías, la firma resultante tendrá su sede en Midland (Texas) y una superficie disponible para explotar de 3,400 kilómetros cuadrados. Será capaz de producir 816,000 barriles de producto equivalente al crudo.
Adicionalmente, la firma resultante tendrá un valor de más de 50,000 millones de dólares. Situándola en el nivel de otras grandes petroleras que en los últimos meses han absorbido a rivales, dando lugar a un mercado más concentrado.
Actualmente, el sector se encuentra en plena consolidación, con fusiones y adquisiciones en un contexto particularmente propicio. Ya que los precios altos de los hidrocarburos impulsan las ganancias de estas firmas.
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En octubre, ExxonMobil anunció la compra por 60,000 millones de dólares del especialista en esquisto Pioneer Natural Resources. La cual también concentra su explotación, como Diamondback y Endeavor, en la inmensa cuenca pérmica del oeste de Texas y el sureste de Nueva México.
Chevron anunció por su parte, el mismo mes, un acuerdo para comprar Hess por 53,000 millones de dólares. Esta cuenta representa 5.8 millones de barriles diarios de petróleo, alrededor de 45% de la producción del país.