La OPEP y sus aliados decidieron el jueves mantener sin variación su producción, pese a la incertidumbre generada por la nueva variante Ómicron del coronavirus.
De acuerdo con reportes internacionales, los principales productores del mundo votaron a favor de incrementos graduales y modestos de la producción; una tendencia que ha frustrado a Estados Unidos y otros países consumidores de petróleo agobiados por el alza de los precios de la gasolina.
Arabia Saudita, que encabeza a la Organización de Países Exportadores de Petróleo, junto con Rusia, que lidera a los aliados, participaron en la reunión. Rocío Nahle, titular de la Secretaría de Energía (Sener) también participó en la reunión.
El grupo, conocido como OPEP+, aprobó un aumento de producción de 400,000 barriles diarios para el mes de enero. El anuncio ofreció soporte a los precios del petróleo, que acumulaban una caída de 20% en el último mes y se alejaban de máximos de 7 años.
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La reunión de la OPEP+ se llevó acabo mientras muchos países imponen restricciones de viajes por el descubrimiento de la variante ómicron.
De acuerdo con proyecciones de Rystad Energy, si los gobiernos imponen encierros colectivos, la demanda de petróleo podría disminuir en unos 3 millones de barriles diarios para inicios del 2022.
Hace unos días, el ministro saudita de energía Abdulaziz bin Salman desestimó los efectos que podrían tener la variante en la demanda petrolera. Sin embargo, los ministros de la OPEP postergaron brevemente uno de sus encuentros esta semana; con el objetivo de conocer si la variante estaba llevando a los gobiernos a imponer confinamientos o si estaba dejando intacta a la demanda petrolera mundial.
Los precios del petróleo aún acumulan una ganancia de 40% en lo que va del año; pero se alejan de la marca psicológica de 80 dólares.