La onza de oro cerró el mes de enero cerca de la marca de los mil 600 dólares, una cotización que no alcanza desde 2013.
La especulación de una desaceleración de la economía mundial por el impacto de un nuevo virus en China persuadió a los inversionistas a mantenerse cerca del oro.
En el Commodity Exchange (Comex), el contrato más activo del oro cerró el viernes en mil 587 dólares, su cotización más alta desde abril de 2013.
En el primer mes del año, la onza del oro acumuló una ganancia de 4.1% o 61 dólares. En 2019 cerró en un precio de mil 526 dólares. El año pasado el metal dorado obtuvo una ganancia de 19.12%, suma su mayor alza desde 2010.
El oro es considerado un refugio de inversión en tiempos de tensiones geopolíticas o turbulencias financieras.
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Los mercados financieros se encuentran colapsados por la incertidumbre que ha generado la aparición de un nuevo virus en China. Hasta el momento el coronavirus hasta cobrado la vida de 200 vidas.
“La incertidumbre que rodea a la expansión del virus y su impacto económico están respaldando al oro”, comentó Hareesh V, de Geojit Financial Services.
La ciudad de Wuhan, donde se conoció el primer caso, ha paralizado prácticamente sus actividades y se especula que las medidas se puedan extender a toda China.
Para Jeffrey Halley, analista senior de mercados de OANDA, si la crisis sigue su escalada, los precios del oro podrían romper el nivel de los mil 600 dólares la onza durante la próxima semana.
Un factor que ha moderado el repunte del oro ha sido el encarecimiento del dólar frente a las principales dividas del mundo. Hay que recordar que una divisa verde fuerte hace al oro menos atractivo para los tenedores de otras divisas.
