La onza de oro se disparó cerca de 7% durante la semana en el mercado de Nueva York; lo que representó su mayor ganancia en un periodo similar en más de cuatro años.
El aumento de la aversión por el riesgo en los mercados financieros, por el recrudecimiento de la crisis sanitaria en China, estimuló las compras de seguridad.
La aversión aumentó después de conocer que la epidemia se ha extendido fuera China, hasta Asia, Europa y Medio Oriente. El fracaso de la OPEP para alcanzar un acuerdo en favor del mercado petrolero, agudizó las ventas en los mercados internacionales.
En el mercado de Nueva York, la onza de oro repuntó en la semana 6.9%, su mayor alza desde febrero de 2016, hasta mil 672.40 dólares la onza; su precio más alto desde febrero de 2013.
En lo que va del año, el metal dorado acumula una una ganancia de 9.56%, después de cerrar en mil 526 dólares en 2019.
El oro es considerado un refugio de inversión en tiempos de tensiones geopolíticas o turbulencias económicas.
“La incertidumbre que rodea a la expansión del virus y su impacto económico están respaldando al oro”, comentó Hareesh V, de Geojit Financial Services.
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Los mercados financieros se encuentran colapsados por la incertidumbre que ha generado la propagación del coronavirus fuera de China.
Con China paralizada, vuelos cancelados en Europa, escuelas cerradas en Japón, ciudades en cuarentena en Italia y un creciente número de muertos en Irán; la crisis del coronavirus se ha globalizado y, con ello, su impacto en la economía mundial.
Un factor que ha moderado el repunte del oro ha sido el encarecimiento del dólar frente a las principales divisas del mundo. Hay que recordar que una divisa verde fuerte hace al oro menos atractivo para los tenedores de otras divisas.
Las expectativas apuntan a que el oro cruzará el umbral de los mil 700 dólares en el corto plazo, a medida que el coronavirus se extienda por otros países. La resistencia próxima se ubica en mil 690 dólares.
