Las cotizaciones del oro escalaron a su mayor nivel en tres meses y experimentaron su mejor rendimiento anual en casi una década. Las señales de una desaceleración de la economía mundial convencieron a los inversionistas de refugiarse en el metal precioso.
La guerra arancelaria entre Estados Unidos y China sumó adicional al metal dorado. Como resultado, los grandes bancos centrales adoptaran una política monetaria expansiva en beneficio de las coberturas de seguridad.
En el Commodity Exchange (Comex), el contrato más activo del oro cerró este martes en 1,526.80 dólares la onza, su mayor valor desde el 25 de septiembre. En el año acumuló una ganancia de 19.12 por ciento, suma su mayor alza desde 2010. Su precio es 245 dólares superior a los 1,281 dólares del 31 de diciembre de 2018.
El oro es considerado un refugio de inversión en tiempos de incertidumbre política y financiera. El crisis comercial de 17 meses entre Washington y Pekín lingote, que ha afectado a los mercados financieros mundiales, ha renovado el brillo del oro.
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Otro de los principales motroes detrás del avance del oro es el debilitamiento del dólar frente a las principales divisas del mundo. Hay que recordar que un dólar débil hace al oro más económico para los tenedores de otras divisas.
La Reserva Federal de Estados Unidos recortó sus tasas de interés en tres oportunidades este año antes de hacer una pausa. Las menores tasas de interés reducen el costo de oportunidad de tener el lingote, que no rinde intereses.
En el mismo mercado, el contrato de la plata culminó la última rueda del año en 18.17 dólares la onza, con una 16.92 por ciento en el año. Su precio fue 2.63 dólares superior a los 15.54 dólares reportados el 31 de diciembre de 2018.