El precio de la mezcla mexicana de exportación alargó su racha positiva hasta 76.27 dólares, un nuevo máximo del año, en línea con sus pares internacionales. El insumo mexicano, antes de buscar perforar los 80 dólares, deberá cruzar la resistencia clava de 77.73 dólares, un precio que no supera desde octubre de 2018.
En los mercados internacionales, los precios del petróleo cerraron extendieron su racha positiva a máximos desde 2014. Los precios del petróleo se han beneficiado de un aumento de la demanda de hidrocarburos, mientras la oferta global se mantiene ajustada.
El ritmo de la recuperación económica post-pandémica y un fuerte clima frío, han aumentado la demanda de hidrocarburos; en un momento en que la presión sobre los gobiernos para acelerar la transición a energías más limpias ha frenado la inversión en proyectos petroleros.
La decisión de la OPEP+ de mantener la oferta ajustada, pese a la escasez de existencias en países industrializados, ha encendido las alarmas de un probable desabasto de hidrocarburos durante el invierno.
En este contexto, de acuerdo Pemex, el precio de la mezcla mexicana de exportación ganó 1.07 dólares, es decir, 1.39%, para cerrar en 76.27 dólares por barril. Ese es su precio más alto de tres años. En lo que va del año, el insumo mexicano experimenta una ganancia de 61.72% frente a su precio de 47.16 dólares del cierre de 2020.
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En Nueva York, el contrato del crudo WTI para entrega en noviembre ganó 1.17 dólares, es decir, 1.47%, para cerrar en 80.52 dólares por barril. Ese es su precio más alto desde noviembre de 2014.
Al otro lado del Atlántico, en Londres, el crudo Brent para diciembre ganó 1.26 dólares, equivalente a 1.53%, para cerrar en 83.65 dólares. En la sesión escaló hasta 84.60 dólares, un techo de octubre de 2018.
Goldman Sachs estima que el precio del Brent podría escalar hasta 90 dólares por barril al comienzo del invierno.
Los precios del oro negro, asimismo, se han beneficiado de los reportes de un aumento de la demanda de crudo para apoyar la generación de energía global. Y es que las interrupciones de la producción mundial han obligado a las empresas de energía a extraer grandes cantidades de crudo de sus inventarios.
