El precio de la mezcla mexicana de exportación cerró el lunes con una modesta caída, en una sesión de altibajos, pero sigue oscilando en sus mejores registros de un año.
En los mercados internacionales, los precios del petróleo cerraron con pocos cambios, sobre la marca de 90 dólares, atentos a las nuevas restricciones de Rusia.
Moscú aprobó algunos cambios en su prohibición de exportar combustible. Levantó las restricciones para el combustible utilizado como repostaje para algunos buques y el diésel con alto contenido en azufre.
Las expectativas de una escasez de suministros para el último trimestre del año han catapultado a los precios del petróleo a máximos del año. Sin embargo, en las sesiones recientes ha regresado la aversión por el riesgo, generando tomas de ganancias en los mercados globales.
La semana pasada, la Organización de Países Exportadores de Petróleo mantuvo sus previsiones de un fuerte crecimiento de la demanda mundial en 2023 y 2024. Mientras, Arabia Saudita y Rusia ampliaron los recortes de suministros, aumentando la posibilidad de un agudo déficit de la oferta en el cuarto trimestre del año.
Entre junio y julio, los precios del petróleo se habían movido de manera lateral en un rango de 10 dólares por las vacilantes expectativas de la economía mundial. Sin embargo, las previsiones de una oferta ajustada para el segundo semestre del año ampliaron en agosto y septiembre el rango de fluctuación. Lo que llevó a los precios del petróleo a operar sobre la marca de los 80 dólares y escalar hasta los 90 dólares.
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En este contexto, de acuerdo con Pemex, el precio de la mezcla mexicana de exportación perdió 48 centavos de dólar, es decir 0.55%, para cerrar en 86.51 dólares el barril. El lunes pasado concluyó en 87.98 dólares, su precio más alto desde el 30 de agosto de 2022.
Desde su mínimo del año, de 57.12 dólares, marcado el 17 de marzo, la mezcla repunta 52%. En el tercer trimestre, la mezcla acumula una ganancia de 34%, su mayor ganancia trimestral desde el inicio de la invasión de Rusia a Ucrania.
Sin embargo, desde su máximo del 2022, de 119.62 dólares establecido el 8 de marzo (su valor más alto desde 2008), la mezcla mexicana aún registra un descenso de 27%.
En Londres, el crudo Brent para entrega en noviembre subió 0.09% para concluir en 93.35 dólares por barril. El martes pasado, en las operaciones intradía, escaló hasta 95.96 dólares, su valor más alto desde noviembre de 2022. Cabe recordar que, el 8 de marzo de 2022, el crudo Brent saltó a 139 dólares, su mayor valor desde 2008.
En el mercado de Nueva York, el crudo WTI para entrega en noviembre perdió 0.13% para cerrar en 89.91 dólares el barril. El miércoles pasado, durante las operaciones intradía, escaló a 93.74 dólares, su valor más alto desde noviembre de 2022.
La agencia Rystad Energy estima que los precios internacionales del petróleo crudo podrían alcanzar los 100 dólares en el último trimestre del año. El banco suizo UBS cree que los futuros del Brent alcanzarán los tres dígitos en el corto plazo, pero cerrarían el año sobre los 95 dólares por barril.
