El precio de la mezcla mexicana de exportación se replegó el miércoles desde máximos de tres años, en línea con sus pares internacionales, desestimulados por una toma de ganancias.
En los mercados internacionales, los precios del petróleo retrocedieron desde su techo de tres años, después de constatar que los inventarios de crudo en Estados Unidos aumentaron inesperadamente en la última semana.
La decisión de la OPEP+ de mantener la oferta ajustada, pese a la escasez de existencias en países industrializados, había catapultado a los precios del oro negro a nuevos máximos.
Arabia Saudita y sus socios optaron el lunes por un modesto aumento de la producción de 400,000 barriles por día. Esa decisión aumentó los riegos de presiones inflacionarias, un contexto que los países consumidores temen pueda descarrilar la recuperación económica global.
Algunos observadores habían pensado que la OPEP+ generaría un aumento mayor ya que el aumento en los precios del gas natural parece que elevará la demanda de productos petroleros este invierno.
En este contexto, de acuerdo Pemex, el precio de la mezcla mexicana de exportación perdió 1.18 dólares, es decir, 1.57%, para cerrar en 73.84 dólares por barril. Ayer cerró en 75.02 dólares, un techo desde octubre de 2018. En lo que va del año, el insumo mexicano experimenta una ganancia de 57% frente a su precio de 47.16 dólares del cierre de 2020.
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En Nueva York, el contrato del crudo WTI para entrega en noviembre retrocedió 1.5 dólares, es decir, 1.9%, para cerrar en 77.43 dólares por barril. Durante la jornada, el petróleo texano escaló hasta 79.78 dólares, su precio más alto desde noviembre de 2014.
Al otro lado del Atlántico, en Londres, el crudo Brent para diciembre noviembre perdió 1.48 dólares, equivalente a 1.79%, para cerrar en 81.08 dólares. En la sesión saltó hasta 83.47 dólares, un techo de octubre de 2018.
Los precios del oro negro, asimismo, se han beneficiado de los reportes de un aumento de la demanda de crudo para apoyar la generación de energía global. Y es que las interrupciones de la producción mundial han obligado a las empresas de energía a extraer grandes cantidades de crudo de sus inventarios.
Goldman Sachs Group Inc. estima que el precio del crudo Brent podría llegar a los 90 dólares en la recta final del invierno.
