El precio de la mezcla mexicana de exportación cerró prácticamente estable este jueves, al término de una sesión volátil, donde logró mantenerse sobre la marca psicológica de los 100 dólares.
En los mercados internacionales, los precios del petróleo cerraron con figuras dispares, a la expectativa del embargo europeo a las importaciones rusas.
Ayer los precios repuntaron 5% por los reportes de una caída de los flujos del gas ruso a Europa. Mientras tanto, Moscú sancionó a 31 empresas con sede en países que impusieron sanciones a Rusia. El anuncio aumentó la incertidumbre en los mercados energéticos mundiales.
Adicionalmente, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) volvió a revisar a la baja las previsiones sobre el crecimiento de la demanda mundial de crudo. El organismo petrolero advirtió que el impacto económico de la guerra en Ucrania y nuevas restricciones por la pandemia presionan la demanda a la baja.
En este contexto, de acuerdo con Pemex, el precio de la mezcla mexicana de exportación ganó 9 centavos de dólar, es decir, 0.09%, para cerrar en 102.14 dólares por barril.
Hace más de dos meses, el 8 de marzo, la mezcla concluyó en 119.62 dólares por barril, su precio más alto desde julio de 2008. En lo que va del año, el insumo acumula una ganancia de 43% frente al precio de 71.29 dólares registrado al cierre de 2021.
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En Londres, el crudo Brent para entrega en junio cedió 0.05% para cerrar en 107.45 dólares el barril. El 8 de marzo, el crudo londinense escaló hasta 139 dólares, su mayor precio desde 2008.
Mientras en Nueva York, el crudo WTI ascendió 0.39% para cerrar en 106.13 dólares el barril.
Desde marzo, expertos han señalado que los precios del petróleo seguirán oscilando sobre la marca psicológica de los 100 dólares. JPMorgan advirtió que el precio del crudo Brent podría escalar hasta 185 dólares el barril en caso de un corte del suministro del petróleo y gas ruso.
Mientras que la agencia Rystad Energy estimó que el crudo Brent podría llegar a 240 dólares en este verano si el conflicto se prolonga y los países continúan sancionando las importaciones rusas. Vladimir Putin fue más temerario y advirtió que el petróleo podría escalar hasta 300 dólares.
