El precio de la mezcla mexicana de exportación cerró el jueves con pizarras negativas, tras escalar a un máximo de 2014, frenado por una toma de ganancias. En lo que va del año acumula una ganancia cercana al 70%.
Los precios del petróleo concluyeron con pizarras negativas, en línea con la caída de las cotizaciones del carbón y el gas natural. En China, el carbón se derrumbó un 11%, extendiendo las pérdidas esta semana, desde que Beijing señaló que podría intervenir para enfriar el mercado.
Los precios del petróleo suman un rally de 20% desde comienzos de septiembre por las expectativas de un invierno más frío de lo estimado en Asia y Europa. Esos pronósticos se presentan justo cuando existe una escasez de suministro de carbón y gas en Asia y Europa.
En este contexto, de acuerdo Pemex, el precio de la mezcla mexicana de exportación perdió 83 centavos, es decir, 1.05%, para cerrar en 77.64 dólares por barril. Ayer cerró en 78.47 dólares, su precio más alto desde el 27 de octubre de 2014, cuando cerró en 78.31 dólares.
La última ocasión que el insumo mexicano cerró sobre la marca psicológica de 80 dólares fue el 13 de octubre de 2014, cuando concluyó en 80.17 dólares. En lo que va del año, el insumo mexicano experimenta una ganancia de 67% desde su precio de 47.16 dólares del cierre de 2020
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En Londres, el contrato del crudo Brent para diciembre cayó 1.21 dólares, es decir, 1.5%, para cerrar en 84.61 dólares por barril. Su precio aún es el más alto desde octubre de 2018. Goldman Sachs estima que el precio del Brent podría escalar hasta 90 dólares por barril al comienzo del invierno.
Al otro lado del Atlántico, en Nueva York, el crudo WTI para noviembre perdió 92 centavos, es decir, 1.1%, para cerrar en 82.50 dólares. Su precio máximo desde noviembre de 2014.
En las últimas siete semanas, los precios del oro negro se han beneficiado de los reportes de un aumento de la demanda de crudo para apoyar la generación de energía global. Expertos sugieren que un recrudecimiento del invierno en las economías industrializadas; podría estimular aún más la demanda de hidrocarburos y, por consecuencia, el precio de los hidrocarburos.