La «invasión» de la guerra a la economía global. Por Rubí Alvarado
Como sabemos, Rusia es el segundo mayor exportador de petróleo del mundo y, por mucho, el primer suministrador de gas de Europa. Parte de ese hidrocarburo pasa por una red de gasoductos rusos que están en Ucrania. Hasta ahora, el conflicto no ha cambiado esto y el gas sigue llegando a los países europeos al mismo ritmo.
Sin embargo, los precios del petróleo y el gas se han multiplicado en los mercados internacionales. Esos precios, junto con el riesgo de una interrupción de las cadenas de suministro de gas, podrían empeorar la inflación y detener el crecimiento mundial.
Las expectativas de la economía mundial, que aún debe lidiar con el fantasma de la pandemia, se han ensombrecido en apenas unos días. Y es que no solo los precios de los energéticos se han desbordado, también las cotizaciones de otras materias primas, como los granos y los metales preciosos.
Estados Unidos, Europa y sus aliados, atados de manos para actuar bélicamente –porque una intervención conjunta persuadiría a Moscú a cerrar las llaves de los gasoductos–, se han limitado a usar sus armas financieras para cercar y congelar miles de millones de dólares en activos rusos.
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No obstante, la invasión y las sanciones, suman una gran dosis de incertidumbre y volatilidad a la economía global. Se espera que los precios la energía eléctrica y gasolina se dupliquen en las próximas semanas, golpeando los bolsillos de los consumidores. Por si fuera poco, los costos del transporte se triplicarían en detrimento del traslado de mercancías y materias primas. Ese contexto que generaría una escasez de insumos y mayores presiones inflacionarias.
Lo preocupante, es que Rusia aún no cierra, parcial o completamente los grifos, de sus gasoductos; algo que, en caso de suceder, descarrilaría la economía global y la arrastraría a una estanflación, una situación en la que el crecimiento económico se repliega y los precios de las materias primas se disparan. Creo que la verdadera invasión a la economía global aún no la vemos.