Baker Hughes, proveedor de servicios petroleros, reportó un incremento de 5% en sus ingresos del tercer trimestre de 2022. La facturación sumó 5,369 millones de dólares.
En tanto, las órdenes de trabajo aumentaron 13% hasta 6,100 perdidos en los tres meses que concluyeron el 30 de septiembre.
Lorenzo Simonelli, presidente y director ejecutivo de Baker Hughes, resaltó que en general están muy satisfechos con los resultados del tercer trimestre.
“2022 ha presentado algunos desafíos únicos para Baker Hughes y, a medida que avanzamos hacia 2023, creemos que muchos de los desafíos deben quedar atrás. Me gustaría agradecer a nuestro equipo por su compromiso continuo de cumplir con nuestros clientes y ejecutar nuestra estrategia”, resaltó.
Agregó que la perspectiva macro se ha vuelto cada vez más incierta ya que la economía global está lidiando con fuertes presiones inflacionarias y altas tasas de interés.
“A pesar de estos desafíos económicos, seguimos siendo optimistas sobre las perspectivas para el petróleo y el gas. Creemos que los fundamentos siguen respaldando un repunte de varios años en el gasto upstream global. Consideramos que los precios elevados del gas natural y el GNL siguen siendo constructivos para futuros FID.
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Lorenzo Simonelli resaltó que se están enfocando en prepararse para una variedad de escenarios al futuro y ejecutar lo que está bajo su control.
“El mes pasado, anunciamos una reestructuración y resegmentación de la empresa en dos segmentos de informes, OFSE e IET. Estos cambios están diseñados para afinar nuestro enfoque, mejorar la ejecución operativa y posicionar mejor a Baker Hughes para capitalizar los mercados de energía que cambian rápidamente.
Cabe señalar que la firma reportó una pérdida trimestral de 17 millones de dólares, que se compara con las ganancias de hace un año. Debido a que asumió cargos por 230 millones de dólares relacionados con una reestructuración.
