Greenpeace urgió a la Comisión Federal de Electricidad cambiar el modelo de generación de energía de la termoeléctrica Francisco Pérez Ríos, en Tula, Hidalgo.
La organización ambientalista realizó una manifestación pacífica a través de un globo aerostático sobre la refinería de Tula, con la leyenda: exceso de contaminación.
“La Termoeléctrica de Tula de la CFE es un ejemplo de lo que no se debe de hacer nunca más para generar electricidad. Urge una estrategia de transición energética a renovables bajo la rectoría del Estado”, escribió en su red social.
El grupo ambientalista denunció que la termoeléctrica quema combustóleo con contenido de 3.9% de azufre en masa, rebasando el límite por ley de 2%.
Pablo Ramírez Granados, especialista en Cambio Climático y Energía de Greenpeace México, enfatizó que la central termoeléctrica produce grades cantidades de dióxido de azufre.
“Esta es una central termoeléctrica que utiliza combustóleo, lo que produce emisiones muy grandes de dióxido de azufre, de carbono negro y de material particulado PM2.5; que tienen implicaciones muy graves para la salud humana y para el medio ambiente”, explicó el especialista a la agencia EFE.
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El combustóleo es una de las fuentes fósiles que más gases de efecto invernadero emiten por kilovatios la hora (898 gCO2). El energético también es uno de los hidrocarburos más caros, de alrededor de 139 dólares por megavatio por hora.
Desde el globo aerostático que se lanzó al aire al amanecer frente a la termoeléctrica, Ramírez Granados señaló la urgencia del cambio de modelo de generación eléctrica en el país.
“La termoeléctrica de Tula es obsoleta y ha sido descuidada durante años por varios gobiernos anteriores; además, es una de las principales fuentes de emisión de dióxido de azufre en la actualidad en mundo”, aseveró Ramírez Granados.