Algunos quisieran que la respuesta fuera sí, por los beneficios que se han visto como resultado de estas actividades. Algunos otros, un rotundo no, porque el fracturamiento hidráulico (fracking) es señalado como una práctica perjudicial en varios aspectos. Sin embargo, la respuesta más acertada debería ser: depende.
Depende de diversos factores como el país, la cantidad y calidad de recursos de hidrocarburos que tiene y demanda; la tecnología que utiliza, la regulación con la que cuenta. Además de las instituciones que se encargan de verificar las actividades de exploración y extracción y la preparación y profesionalismo de la gente que trabaja en las operadoras petroleras; aunado al espíritu por construir una nación más fuerte en temas de seguridad energética y por balancear la matriz energética de manera sustentable.
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En las últimas semanas, Colombia ha debatido sobre el tema de los recursos no convencionales y la tan necesaria técnica de fracturamiento hidráulico para aprovechar mejor el potencial de estas acumulaciones. Discusiones que se desarrollaron abiertamente, donde se involucró al Gobierno (ministerios y reguladores), a la sociedad y a la academia. Deliberaciones públicas que permiten poner sobre la mesa todos los aspectos a considerar para tomar la decisión que nos encamine hacia el objetivo común: erigir una mejor Nación.
En México, es indispensable usar como ejemplo la experiencia de Colombia para debatir el tema del fracturamiento hidráulico manera informada, responsable y organizada; y así abordar los diversos asuntos relacionados con la exploración y extracción de los recursos no convencionales. Además, tomar la experiencia de naciones como Argentina y Estados Unidos para conocer los beneficios y complicaciones de estas actividades. Que sean los mexicanos preparados (de los diferentes niveles de Gobierno, de institutos, de industrias y organizaciones en pro y contra del aprovechamiento de los recursos no convencionales) quienes desplieguen los elementos idóneos que pudieran ser tomados en cuenta en la decisión nacional respecto a las acumulaciones de hidrocarburos del país.
- Columna: Franqueza Energética
- Por: Gaspar Franco Hernández