Fitch Ratings ratificó la calificación de la deuda soberana de México, en BBB- con perspectiva estable, el último escalón del grado de inversión.
Sin embargo, la agencia calificadora advirtió que la calificación está limitada por la ayuda que se le brinda a Pemex para aliviar su carga fiscal.
“La calificación está restringida por una gobernanza relativamente débil, un desempeño apagado de crecimiento a largo plazo y las implicaciones para las propias finanzas del gobierno federal de su estrategia de aliviar la carga tributaria de Pemex”, explicó Fitch.
La calificadora, asimismo, señaló que existen factores que apoyan el crecimiento potencial una menor carga del sector petrolero; mayor certidumbre para el comercio que significa la firma del T-MEC y la expectativa de nuevas inversiones en el país, por la reconfiguración de las cadenas globales de valor.
Para este año, la agencia espera que el gobierno destine 236,000 millones de pesos a Pemex, lo que equivale al 1% del PIB nacional; y en años posteriores la ayuda recurrente a la empresa productiva del estado sería de 0.5% del PIB.
Hacienda, en tanto, indicó que Fitch resaltó en su decisión que México tiene una deuda baja comparada con la de economías similares; así como finanzas externas estables y robustas, y un marco de política macroeconómica consistente.
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En marzo, Pemex anunció que cesó su contrato con Fitch Ratings con el objetivo de ahorrar dinero por el pago de este tipo de servicios. Sin embargo, la agencia informó que seguiría ‘poniendo nota’ a la situación de la empresa como parte de sus «servicios a los inversionistas».
Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda, escribió en su cuenta de Twitter que México mantiene prudencia en política fiscal; sólido desempeño de las finanzas públicas, niveles bajos de deuda y un marco de política macroeconómica consistente.