ExxonMobil reportó una pérdida anual récord, como resultado de impacto de la pandemia en sus negocios de petróleo y gas de esquisto.
La mayor petrolera de Estados Unidos reportó una pérdida de 22,440 millones de dólares, frente a la ganancia de 14,340 millones de dólares del 2019.
“El año pasado tuvo las condiciones de mercado más desafiantes que ExxonMobil haya experimentado”, resaltó Darren Woods, director ejecutivo de Exxon.
El efecto de la a pandemia por Covid-19 golpeó los precios de la energía y redujo el valor de sus activos de gas de esquisto en más de 20 mil millones de dólares en el cuarto trimestre.
En el 2020, los ingresos de la petrolera cayeron a 182,000 millones de dólares, su nivel más bajo desde 2002.
Exxon también registró su cuarto trimestre consecutivo en números rojos; con una pérdida de 20,000 millones en comparación con una ganancia de 5,700 millones en el mismo período en 2019.
Los ingresos en el último trimestre del año cayeron un 30.7% hasta 46,540 millones, 2,000 millones por debajo de las previsiones de los analistas.
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Exxon recortó hasta un 15% de su plantilla y retrasó proyectos de petróleo y gas tras aceptar que los precios del petróleo podrían permanecer por debajo de 60 dólares el barril por años. El año pasado agregó 22,000 millones de dólares a su deuda para cubrir dividendos y gasto en proyectos.
La compañía espera obtener unos ahorros de 6,000 mdd con un programa de restructuración y recorte de gastos para 2023.
En los últimos doce meses sus acciones han perdido un 27% de su valor. En el cuarto trimestre la producción de ExxonMobil fue de unos 3.7 millones de barriles diarios, similar a la del trimestre anterior.
Para 2021, ExxonMobil espera tener liquidez suficiente para cubrir sus gastos de capital y mantener el dividendo para accionistas.
