Un respiro para el clima – By: Endress+Hauser
Gracias a una nueva tecnología desarrollada por dos jóvenes ingenieros suizos, el dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero, puede filtrarse del aire y después almacenarse de forma segura o utilizarse como materia prima para diversos fines.
Desde el comienzo de la industrialización, la humanidad ha estado emitiendo cada vez más dióxido de carbono, hasta llegar a los 35 millones de toneladas anuales en la actualidad. Este gas provoca el calentamiento de la Tierra, por lo que la comunidad internacional está trabajando para evitar que se produzcan emisiones de CO2.
Pero, ¿y si no se puede evitar? La empresa suiza Climeworks ofrece una solución: sistemas de captación directa para filtrar el gas de efecto invernadero del aire. Este CO2 de alta pureza puede entonces reutilizarse en la fabricación de varios productos o eliminarse permanentemente de la atmósfera mediante su almacenamiento seguro.
Esta tecnología verde tan crucial ha sido desarrollada por dos ingenieros de la Eidgenössischen Technischen Hochschule de Zúrich: Christoph Gebald y Jan Wurzbacher.
Ambos se conocieron allí en 2003 mientras estudiaban Ingeniería Mecánica. En su primera conversación ya se preguntaron qué querían lograr en la vida. Ambos tuvieron la misma idea: querían dirigir una empresa que ayudara a conservar el planeta.
En 2007, comenzaron a investigar; empezaron por unos pocos miligramos CO2, que filtraron del aire en un laboratorio universitario.
15 plantas en cinco países
Actualmente, Climeworks cuenta con 15 plantas en cinco países capturan miles de toneladas de CO2 de la atmósfera cada año; y todas ellas están equipadas con tecnología de medición de Endress+Hauser para apoyar el clima.
“Nos eligieron tanto por nuestra gama de productos como por la precisión y fiabilidad de sus mediciones”, afirma Francesco Cali, ingeniero de ventas de Endress+Hauser, que lleva años colaborando con Climeworks.
Los sistemas son modulares consisten en colectores individuales que aspiran el aire, fijan el CO2, lo filtran y lo recogen. Posteriormente, se utiliza en la agricultura, la industria alimentaria y el sector de la energía: como inductores del crecimiento de las plantas en los invernaderos; como dióxido de carbono para bebidaso, junto con el hidrógeno, para producir combustible sintético neutral en CO2.
En Islandia, Climeworks también bombea el gas, que está ligado al agua, a más de 700 metros de profundidad en la tierra. Allí se mineraliza, de modo que las emisiones son completamente neutralizadas. “Climeworks trabaja constantemente para entender y mejorar el proceso”, dice Francesco Cali.
En un futuro, la capacidad de los colectores se incrementará y las plantas se construirán de forma aún más rentable y en serie. Porque los dos jóvenes fundadores de la empresa tienen un gran objetivo: con su solución, quieren inspirar a mil millones de personas para eliminar el CO2 del aire.