De acuerdo con la firma de abogados Haynes & Boone LLP, un total de 192 productores de petróleo y gas en América del Norte se han declarado en bancarrota desde el año 2015; lo que significa unos 106,800 millones de dólares en deuda agregada. Los expertos creen que esta cifra podría aumentar a medida que disminuyan las actividades de shale y las empresas enfrenten vencimientos de deuda. Solo entre 2020 y 2022 se espera la cifra de 137,000 millones de dólares en vencimientos de deuda de esquisto.
Después de la oleada de más de 100 solicitudes de quiebra entre 2015 y 2016, la cifra se redujo a la mitad en los dos años siguientes; con 24 solicitudes en 2017 y 28 en 2018. En lo que va de año, el número de solicitudes de quiebra ha vuelto a aumentar, con un total de 26 hasta agosto; lo anterior, incluye a las firmas Sánchez Energy Corporation y Halcón Resources Corp.
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Los expectativas dentro del sector son encontradas, pues mientras algunos consideran que la situación no es indicativa de una crisis en el sector de shale, otros piensan que la tendencia es irreversible. El 42% de los ejecutivos de 142 empresas de petróleo y gas manifiestan que los precios bajos del petróleo están siendo el problema más importante para el crecimiento.
El 20% de los encuestados mencionan que el acceso restringido al capital está dificultando cada vez más que las endeudadas empresas de esquisto –shale- puedan cumplir con sus obligaciones, mientras que el 13% señala esta crisis está asociada a la presión de los inversores para generar flujo de caja libre. Sólo un porcentaje menor de los encuestados cree que los cuellos de botella relacionados con la infraestructura y la escasez de mano de obra son la principal limitación para dicho crecimiento.
En tanto, la actividad de petróleo y gas en la Cuenca Pérmica, entre Texas y parte de Nuevo México–, el mayor campo de petróleo de Estados Unidos formado por varias formaciones de las que se puede extraer petróleo ligero a través de formaciones rocosas de baja permeabilidad, disminuyó en el tercer trimestre de 2019, lo que está provocando una fuerte contracción de la actividad en el sector del shale en el país.