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El enemigo no es el petróleo, son las emisiones: S&P Global Commodity Insights

El enemigo no es el petróleo, son las emisiones: S&P Global Commodity Insights

En el marco del Congreso Mexicano del Petróleo (CMP), Carlos Pascual, vicepresidente senior de Geopolítica y Asuntos Internacionales de S&P Global Commodity Insights, compartió un análisis prospectivo sobre las tendencias de sustentabilidad y petróleo.

 

Carlos Pascual impartió la conferencia plenaria: “Necesidades indivisibles: los retos en seguridad energética, transición y asequibilidad”. Señala, que la seguridad energética, la sostenibilidad y la asequibilidad son el nuevo mantra. Sin embargo, aclara que aún el petróleo y el gas ocupan la mayor parte del gasto de capital, incluso cuando aumenta la inversión en bajas emisiones de carbono.

 

Antes de entrar de lleno en su análisis, el especialista advierte que el mundo requerirá resiliencia para enfrentar una serie de retos y desafíos complejos.

 

Desde su perspectiva, es muy complejo avanzar hacia la transición energética y la descarbonización, sin comprometer las reservas de crudo de las próximas generaciones.

 

Es decir, hasta ahora, las principales economías industrializadas del mundo se enfrentan al “trimela” de asegurar el suministro energético asequible, sin desgastar el acceso universal a la energía y promover la protección ambiental.

 

“La transición energética no se discute, pero aún se debe tener suficiente energía para poder reaccionar a la demanda actual y futura. Es decir, que mientras las economías del mundo refuerzan sus objetivos de sostenibilidad, la energía debe seguir al alcance de la población y la industria”.

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Recalca que deben encontrar la manera de reducir las emisiones, sin creer que reducir el procesamiento de petróleo es la única forma de lograrlo.

 

“Un cambio que hemos visto desde el año pasado cuando empezó la guerra en Ucrania es que había un debate entre seguridad o sostenibilidad. En el último año ha habido un reconocimiento de que no es uno o el otro. Si no hay una capacidad de abastecer los mercados y no se puede cambiar la demanda va a haber una falta de oferta. El precio va a subir, va a haber un problema político y esto hace todavía más complicado el proceso de transición energética”, describe.

 

Carlos Pascual señala que aquí, igual que en otras partes del mundo, las partes deben tratar de entender cómo equilibrar este trilema. “Una evolución sobre este tema es que el enemigo no es el petróleo o el gas, el enemigo son las emisiones”.

 

Reitera que se tiene que reconocer que este proceso de transición energética va a tomar décadas y va a necesitar un proceso de inversión para crear la nueva economía energética, para que no haya esa brecha. “Ahí es donde viene parte del problema, porque los recursos de los gobiernos no son suficientes. Por lo que tienen que apalancar la inversión del sector privado”.

La población de 8 mil millones de habitantes crece y cada vez consume más. Por lo tanto, se sigue necesitando gas y petróleo para satisfacer la demanda, ya que la energía renovable y otras fuentes alternativas aún no logran cubrir esa necesidad.

 

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Adicionalmente, los imponderables, como las tensiones geopolíticas y las crisis económicas, suman complejidad y disrupción. “Como el caso de la guerra entre Ucrania y Rusia que cambió todos los paradigmas, o la misma pandemia, que frenó la economía y las actividades industriales”.

 

En este contexto, la electrificación emerge como una nueva alternativa en varios frentes. Actualmente, la electricidad representa tan solo el 20% del consumo de energía mundial, pero en los próximos veinte años, se estima que equivaldrá al 60%. Esta estimación genera algunas divergencias, en especial sobre la cantidad de tiempo que seguirá siendo necesario el uso del petróleo en el futuro. Se espera que al menos se mantendrá como la principal fuente de energía hasta 2050.

 

Igualmente, suena el gas natural, considerado entre los hidrocarburíferos, como el que mejor puede acompañar el proceso de transición energética. Se llegó a decir que el gas es, en si mismo, la transición energética.

 

Por otro lado, al hidrógeno se lo considera parte fundamental de la energía del futuro. Es considerado como un complemento para la transición energética. Sin embargo, los costos de procesamiento aún son caros, pero no se descarta como una alternativa.

 

En este complejo contexto, Carlos Pascual remata que los gobiernos y empresas deben seguir trabajando juntos para garantizar la seguridad energética, la sostenibilidad y la asequibilidad. “Siempre dejando en claro, que el petróleo no es el enemigo, sino las emisiones”.

 

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