Rystad Energy estimó que la demanda global de servicios petroleros descenderá 25% durante el 2020, por la desaceleración causada por la pandemia de Covid-19.
El análisis desarrollado por la firma de investigación se basa en mediciones del valor total de las compras de la empresa de exploración y producción.
La firma espera un gasto de 481 mil millones de dólares por parte de empresas de exploración y producción (E&P) en 2020; la cifra representa una caída de 158 mil millones o 24.72% con relación a lo destinado en 2019.
Para el próximo año se estima una recuperación de solo un 2%, que se acelerará en 2022 y 2023; cuando el gasto por parte de empresas de E&P sea de aproximadamente 552 mil millones y 620 mil millones de dólares, respectivamente.
La recuperación a partir de 2021 no será por igual en todos los segmentos. Los servicios de pozos y el mercado de bombeo de presión serán los primeros en recibir un impulso.
La firma estima que pasarán varios trimestres antes de que todos los segmentos de la cadena de suministro vean que sus ingresos generan un crecimiento constante.
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La caída de los precios del petróleo, a mínimos históricos en algunos casos en abril, colapsó la actividad de la industria petrolera. Las cotizaciones del petróleo se recuperaron en mayo y actualmente están en máximo de tres meses, pero aún acumulan un descenso de 35% en el año.
En caso de un repunte, los operadores preferirían partidas de presupuesto flexible con incrementos de producción e inversiones de alto rendimiento con tiempos de retorno cortos.
“Esperamos que los segmentos de servicios de pozos sean los primeros en recuperarse”, estimó Audun Martinsen, Jefe de Investigación de Energía de Rystad Energy.
