La deuda de Pemex con proveedores aumentó 43% en 2020, al final de un año complicado para la industria petrolera por el impacto de la pandemia.
De acuerdo con el balance general de Pemex al cuarto trimestre del 2020 –presentado el viernes pasado–, Pemex presenta pasivos de corto plazo con proveedores de bienes y servicios por 297,994 millones de pesos.
Los pasivos son 89,959 millones de pesos mayores respecto del cierre del 2019; año en el que esta deuda ya había presentado también un aumento notable de 38.8% a 208,064 millones de pesos.
El incremento anual de la deuda, el más pronunciado de la última década, se vio afectado por el impacto de la pandemia en la industria petrolera.
Pemex, en la presente administración, prácticamente duplicó su deuda, pues los pasivos con proveedores ascendían a 149,842 millones de pesos. La petrolera realizó pagos a proveedores y contratistas por 279,815 millones de pesos en 2019.
En perspectiva, entre el 2018 y el 2020, la deuda de Pemex con proveedores pasó de representar 38.1% a 89.3% de su activo circulante; que el año pasado ascendió a 333,772 millones de pesos.
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Al final del año 2020, Pemex reportó una pérdida neta de 480,966 millones de pesos, por menores ingresos y rendimientos. La pérdida fue 38% superior a la merma de 347,911 millones de pesos de 2019.
Pemex señaló que su deuda financiera se elevó un 14% frente al cierre del 2019 y cerró el año pasado en 113,200 millones de dólares.
“El año 2020 fue de gran complejidad para la humanidad y la industria petrolera no fue ajeno a la situación. La pandemia del covid-19, ocasionó la crisis más severa en toda su historia; los precios bajos del crudo y una caída en el consumo de combustibles, erosionó los flujos de efectivo en todas las compañías petroleras”, informó la petrolera.