Angelica Ruíz, Regional President Latam SVP bp Group
CERAWeek 2025: Punto de encuentro para la transición energética global
Por Rubí Alvarado
Este año, uno de los ejes centrales de CERAWeek fue la transición energética y cómo el petróleo y el gas natural siguen ocupando un lugar clave en dicha transición, especialmente durante la próxima década.
En este escenario, la participación de América Latina ha sido fundamental. Con recursos hidrocarburíferos importantes y un potencial renovable significativo, la región se ubica en una posición privilegiada para desempeñar un rol protagónico en la evolución de la industria. De acuerdo con Angélica Ruíz, Presidenta para Latinoamérica de bp, “lo poderoso de CERAWeek es que se encuentran diversos países del mundo y una gran presencia de América Latina. Para nosotros, el poder ver la energía como hubs o regiones es sumamente importante”.
La asistencia de reguladores y representantes de gobiernos latinoamericanos a CERAWeek también envía un mensaje claro: existe una firme intención de colaborar y dialogar en busca de soluciones equilibradas. Esta cooperación público-privada es clave para alinear estrategias que integren la necesidad de soberanía energética con el cumplimiento de compromisos ambientales y sociales.
La relevancia del petróleo y el gas en la hoja de ruta hacia cero emisiones
Aunque la transición energética ha marcado un nuevo paradigma, el petróleo y el gas siguen siendo protagonistas en la matriz energética global. El crecimiento constante de la población, la creciente demanda de energía por el auge de la inteligencia artificial y la expansión de centros de datos plantean un reto significativo: ¿cómo garantizar un suministro energético confiable y asequible, mientras se avanza hacia la descarbonización?
De acuerdo con Angélica Ruíz, la estrategia de bp mantiene su compromiso de alcanzar emisiones netas cero para 2050, sin ignorar la realidad de que el mundo seguirá demandando hidrocarburos en el corto y mediano plazo. Comparte que “bp ahora está tomando una decisión muy importante en un replanteamiento de nuestra estrategia, dedicando más recursos al Capex para la inversión en exploración y producción, y al mismo tiempo también mantener nuestro negocio de energías bajas en emisiones”.
Este replanteamiento, aunque pudiera parecer conservador a primera vista, responde a la necesidad de financiar y dar soporte a las fuentes de energía tradicionales que todavía sostienen la mayor parte de la demanda mundial. La creación de un portafolio diversificado entre hidrocarburos y renovables, junto con el uso de tecnologías más limpias, busca brindar un puente realista hacia un futuro descarbonizado.
Tecnología e innovación: el factor decisivo
En la conversación energética actual, la innovación tecnológica es uno de los pilares que definen la competitividad de las empresas. La creciente adopción de inteligencia artificial, el Internet de las Cosas (IoT) y el análisis de datos a gran escala se ha vuelto indispensable para mejorar la eficiencia y optimizar la toma de decisiones.
“Estamos incorporando inteligencia artificial en todos nuestros procesos, no solamente en los más estándares, sino también en el reprocesamiento de datos; creemos que incorporarlo poco a poco nos va a ayudar a eficientar el tiempo, pero además a ser más asertivos, por ejemplo, en el área de exploración y producción”, apuntó.
El sector de exploración y producción (E&P) se beneficia especialmente de estas tecnologías, logrando reducir el tiempo necesario para la identificación de yacimientos y optimizando la explotación de recursos. Asimismo, las empresas energéticas con presencia global, como bp, emplean algoritmos avanzados para analizar grandes volúmenes de información geológica y geofísica, lo que permite minimizar riesgos y focalizar inversiones en áreas con mayor potencial.
Las soluciones tecnológicas no se limitan al upstream. La aplicación de inteligencia artificial en la distribución y la comercialización de energía garantiza un equilibrio más eficiente entre la oferta y la demanda, así como la reducción de costos y pérdidas en la cadena de suministro. En este sentido, CERAWeek funciona como una vitrina donde los líderes pueden compartir experiencias y alinear desarrollos futuros con los requerimientos del mercado.
Política energética
De acuerdo con Angélica Ruíz, este encuentro “es un gran foro para poder integrar, colaborar y aceptar la política energética de cada país. Como empresas globales estamos aquí para respetar esas políticas, pero para agregar valor al sector público y privado”. Este enfoque apunta a que cada nación aporte sus fortalezas, de modo que se construyan sinergias efectivas en áreas como innovación tecnológica, desarrollo de capital humano y financiamiento.
En América Latina, las oportunidades de cooperación son sumamente atractivas. Países como México, Brasil, Colombia y Argentina poseen importantes reservas de hidrocarburos y, al mismo tiempo, un creciente potencial en energías renovables (solar, eólica, geotérmica). La implementación de proyectos conjuntos facilita la transferencia de conocimiento, la modernización de la infraestructura energética y la consolidación de una matriz más robusta y sostenible.
América Latina: Hub de oportunidades y retos
Lograr la soberanía energética y, a la vez, avanzar hacia la descarbonización no es tarea sencilla. Cada país enfrenta realidades geopolíticas, económicas y sociales distintas, lo que obliga a las empresas energéticas globales a entender las particularidades locales. Desde la perspectiva de Angélica Ruíz, “aceptar la política energética de cada país” es esencial para sostener un diálogo constructivo y encontrar vías que beneficien a todas las partes.
Brasil ha despuntado en exploración costa afuera, con áreas licitadas que han atraído a empresas como bp a invertir y desarrollar tecnología de punta. Otros países, como Colombia o Guyana, también se han posicionado en el mapa petrolero con descubrimientos recientes y nuevas rondas de licitación. El desafío radica en convertir dichos hallazgos en proyectos rentables y sostenibles, respetando los estándares ambientales y la participación de las comunidades locales.
Para Angélica Ruíz, los casos de éxito en la región confirman el enorme potencial de Latinoamérica: “por ejemplo, el caso de Brasil, mil áreas contractuales afuera, quizás 100 no funcionan, pero tienen 300 más y empresas como bp estamos dispuestos a hacer inversiones público y privado para generar un ganar-ganar para los países desde el punto de vista ambiental y social, creando energía y contribuyendo a la soberanía energética”.
En paralelo, surge la necesidad de impulsar proyectos de energías renovables, ya que la región cuenta con recursos naturales abundantes. La integración de soluciones solares y eólicas en países como México y Chile ha avanzado a buen ritmo, pero se requiere mayor financiamiento y planeación a largo plazo. Iniciativas como hidrógeno verde también están ganando tracción, especialmente en zonas con altos índices de radiación solar y acceso a fuentes hídricas.
Visión a futuro y mensaje clave para la industria
De acuerdo con Angélica Ruíz: “bp está lista para reajustar su estrategia, sin duda alguna mantener las cero emisiones para 2050, pero ir aprendiendo en conjunto, ajustarnos y utilizar ejemplos muy exitosos”. Este pragmatismo, que combina el interés por sostener la rentabilidad con la responsabilidad de actuar frente al cambio climático, se ha vuelto la directriz de muchas grandes compañías energéticas presentes en CERAWeek.
No se trata de abandonar la meta de la descarbonización, sino de adaptarla a las condiciones de mercado y a la evolución tecnológica. El sector industrial y los expertos en ingeniería tienen ante sí el reto de diseñar soluciones de alto impacto que equilibren los costos con la urgencia de reducir emisiones. El rol del gas natural, la optimización de procesos mediante IA, las alianzas regionales y la inversión en renovables son algunos de los pilares que sostendrán esta transición.
“Creemos que vamos a llegar a cero emisiones sin duda alguna, pero la forma en cómo llegaremos tiene que tener más conservadurismo, más paciencia y también resaltar la seguridad energética y los combustibles de transición”. El mensaje no deja lugar a dudas: la evolución energética requerirá tiempo, recursos y cooperación internacional, siendo una oportunidad innegable para forjar un futuro más limpio y próspero para América Latina y el mundo entero.