La obsolescencia de la infraestructura eléctrica en el país está generando importantes pérdidas anuales a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en sus segmentos de baja, media y alta tensión, por lo que requiere modernización.
Las pérdidas económicas de la CFE, originadas por fallas en la red y robo de electricidad, se dispararon 40%. Entre 2017 y 2018, pasaron de 38 mil 700 millones a 53 mil 900 millones de pesos. Durante el año pasado, esta empresa registró una merma económica de 54 mil 845 millones de pesos, cifra equivalente a 34 mil 467 Gigawatts-hora (GWh).
El segmento de baja tensión registró las mayores mermas con 25 mil 136 GWh; éste contempla pequeños comercios y casas residenciales. A dicho sector le siguió el rubro de media tensión; el cual incluye comercios, servicios y agricultura, y registró pérdidas de energía de 6 mil 944 GWh. Finalmente, el de alta tensión –industria automotriz, acero y petróleo, entre otras— registró faltantes de 2 mil 386 GWh. En estos nichos, las pérdidas técnicas por calentamiento y envejecimiento de los sistemas fueron de 17 mil 260 Gigawatts-hora; lo cual equivale a 22 mil 285 millones de pesos.
Actualmente, el envejecimiento de la infraestructura eléctrica es una de las amenazas más serias para la fiabilidad de la red de energía; esto debido a que, en muchas ocasiones, el costo del tiempo de inactividad se traduce en millones de pesos por hora.
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De acuerdo con Francisco José de Regil, vicepresidente de la división de Field Services de Schneider Electric México y Centroamérica, uno de los principales retos que enfrentan los sectores de baja y media tensión es la necesidad de modernizar las instalaciones eléctricas; ya que los riesgos operativos, financieros y de seguridad por equipos viejos son muy altos. “Cuando se moderniza un equipo o instalación, podemos garantizar la continuidad de la operación y salvar millones de pesos en pérdidas”, resaltó.
Entre los beneficios y ventajas que ofrece la modernización de los equipos de la infraestructura eléctrica, el experto señaló la optimización de la red; menores paradas de producción; reducción de pérdidas y riesgos, así como menor impacto ambiental.
«Uno de los retos importantes para todos los miembros del ecosistema eléctrico del país es, sin duda, saber tomar ventaja de las soluciones digitales que están en el mercado”, Jesús Carmona, vicepresidente de la división de Power Products de Schneider Electric México y Centroamérica.