La industria energética en México demanda cada vez más profesionales con sólida formación técnica y capacidad de liderazgo. Uno de los rostros que ejemplifica este perfil es Anayantzin Almanza Valdez, Ingeniera Petrolera egresada de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Su experiencia se ve reforzada por su participación en la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), donde asumió roles de evaluación en Contratos de Exploración y Extracción de Hidrocarburos, elaboración de planes de desarrollo y procesos de certificación de reservas. Además, colaboró en la fusión de PETROAMAZONAS y PETROECUADOR, y firmó la primera alianza estratégica con el Centro Internacional de Excelencia para la Administración Sostenible de Recursos (ICE-SRM). Este bagaje profesional la impulsó a ser una de las fundadoras de Fraguva Energy en 2020, empresa que hoy dirige con el objetivo de aportar soluciones innovadoras y equitativas al sector.
Empoderamiento femenino
En un sector históricamente dominado por hombres, la presencia de líderes femeninas es indispensable para impulsar el desarrollo sostenible. “El empoderamiento de la mujer en el ámbito profesional, además de ser una cuestión de equidad, es un pilar fundamental para el crecimiento de cualquier industria”, asegura Anayantzin Almanza.
Para la ingeniera, el verdadero cambio radica en que las mujeres se sientan con la libertad y la capacidad de generar y demandar oportunidades al mismo nivel que sus colegas hombres, dejando de lado sesgos de género. En ese sentido, el liderazgo femenino no solo provee resiliencia y visión empática, sino que también promueve entornos laborales en los que la colaboración y la productividad se fortalecen.
Fraguva Energy
Fraguva Energy surgió con la visión de crear un espacio de innovación en la industria de los hidrocarburos, gestionado con enfoque integral y equitativo. Inicialmente, Anayantzin experimentó contextos laborales donde la presencia masculina era predominante. Sin embargo, destaca que la dinámica en su propia empresa ha evolucionado hacia un equilibrio que, en la actualidad, se refleja en equipos conformados por un 50% de mujeres y un 50% de hombres.
Más allá del género, insiste en la relevancia de la formación continua, la disciplina y el desempeño. “Lo que realmente marca la diferencia en el ámbito profesional es la capacidad, el compromiso y el conocimiento que cada persona aporta a su trabajo”, subraya. Esta visión se traduce en criterios de ascenso y liderazgo basados en el talento, fomentando la participación femenina sin cuotas, pero con igualdad de oportunidades.
Hacia una sociedad y educación más igualitarias
Uno de los pilares fundamentales para eliminar los sesgos de género es la educación desde la infancia. “Para construir un sistema verdaderamente igualitario, es esencial que niñas y niños crezcan con la convicción de que pueden alcanzar cualquier meta sin limitaciones impuestas por su género”, señala. Aplaude la representación femenina en altos puestos de gobierno y celebra el mensaje de la primera presidenta del país: “No llegué sola, llegamos todas”, al considerarlo una muestra del avance colectivo de las mujeres en distintos ámbitos.
Insiste en que, sin un cambio cultural arraigado, es difícil mantener avances reales. Para ello, la sociedad en su conjunto debe reconocer y valorar el liderazgo femenino, superando prejuicios tradicionales a través de modelos de rol positivos que inspiren a las nuevas generaciones a perseguir metas profesionales diversas.
Consejos para las profesionales del futuro
A quienes buscan abrirse paso en el sector energético u otros campos competitivos, Anayantzin recomienda: “No se limiten. Durante mucho tiempo se decía: ‘detrás de un gran hombre hay una gran mujer’, pero hoy es momento de transformar esa visión y reconocer que detrás de una gran mujer hay hombres y mujeres que la apoyan”. Compartir proyectos con personas que impulsen el talento, sin importar el género, es clave para el crecimiento profesional y personal.
En su propia experiencia, el apoyo de su abuela y su madre resultó vital para forjar un carácter determinado y disciplinado. Asimismo, reconoce el respaldo de socios y colegas masculinos que han apostado por la equidad de género. Por ello, sugiere rodearse de equipos que valoren la preparación, la constancia y la pasión por el trabajo.
Gratitud y proyección de futuro
Al llegar al quinto aniversario de Fraguva Energy, Anayantzin Almanza expresa su agradecimiento a quienes han formado parte de su trayectoria: “Cada encuentro, cada conversación y cada experiencia compartida han sido piezas clave en mi crecimiento”. Con un profundo sentido de compromiso, aspira a consolidar una cultura laboral basada en la excelencia y la equidad, donde las mujeres y los hombres encuentren las mismas oportunidades de desarrollarse plenamente.
El acceso de las mujeres a posiciones de liderazgo y oportunidades de formación refuerza la competitividad empresarial, pues la diversidad en la toma de decisiones suele traducirse en soluciones más integrales y efectivas.
