El precio de la mezcla mexicana de exportación alargó el lunes su tendencia alcista hacia la marca psicológica de los 80 dólares. En lo que va del año, el referente mexicano acumula una ganancia cercana al 70%.
En los mercados internacionales, los precios del petróleo ampliaron su rally alcista hacia sus mejores registros de 2’014. Las cotizaciones del oro negro suman un rally de 25% desde comienzos de septiembre, impulsados por una oferta ajustada y una demanda de hidrocarburos ascendente.
La OPEP y sus aliados mantienen moderadamente abiertas sus llaves de bombeo. Están abasteciendo modestamente al mercado, mientras la oferta de crudo estadounidense se contrae.
Las expectativas de un invierno más frío de lo estimado en Asia y Europa, en medio de una escasez de suministro de carbón y gas, suman un impulso a los precios. Sin embargo, ese aumento podría acelerar la inflación y enfriar la recuperación mundial, en detrimento de la demanda de hidrocarburos y el rally de los precios.
En este contexto, de acuerdo Pemex, el precio de la mezcla mexicana de exportación ganó 38 centavos, es decir, 0.48%, para cerrar en 78.90 dólares por barril. Ese es su precio más alto desde el 27 de octubre de 2014, cuando cerró en 78.31 dólares.
La última ocasión que el insumo mexicano cerró sobre la marca psicológica de los 80 dólares fue el 13 de octubre de 2014, cuando concluyó en 80.17 dólares. En lo que va del año, el insumo mexicano experimenta una ganancia de 67% frente a su precio de 47.16 dólares del cierre de 2020
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En Londres, el contrato del crudo Brent para diciembre ganó 0.54% para cerrar en 85.99 dólares por barril. Durante de la sesión, el crudo londinense escaló hasta 86.70 dólares, su precio aún es el más alto desde octubre de 2018. Goldman Sachs estima que el precio del Brent podría escalar hasta 90 dólares por barril al comienzo del invierno.
Al otro lado del Atlántico, en Nueva York, el crudo WTI para diciembre cerró estable en 83.76 dólares el barril, después de escalar en la sesión a 85.41 dólares, su precio máximo desde octubre de 2014.
En las últimas ocho semanas, los precios del oro negro se han beneficiado de los reportes de un aumento de la demanda de crudo para apoyar la generación de energía global. Expertos sugieren que un recrudecimiento del invierno en las economías industrializadas podría estimular aún más el precio de los hidrocarburos en el último trimestre del año.
