El precio de la mezcla mexicana de exportación cerró sobre la marca de los 75 dólares por primera ocasión desde el 4 de octubre de 2018. Durante la sesión, el petróleo WTI escaló hasta un máximo de siete años.
En los mercados internacionales, los precios del petróleo por la decisión de la OPEP+ de mantener la oferta ajustada, pese a la escasez de existencias en países industrializados.
Arabia Saudita y sus socios optaron el lunes por un modesto aumento de la producción de 400,000 barriles por día. Esa decisión aumenta los riegos de presiones inflacionarias, un contexto que los países consumidores temen que descarrilen la recuperación económica global.
Algunos observadores habían pensado que la OPEP+ generaría un aumento mayor ya que el aumento en los precios del gas natural parece que elevará la demanda de productos petroleros este invierno.
Goldman Sachs Group Inc. estima un incremento de 650,000 barriles diarios adicionales a la demanda de petróleo. La agencia anticipa que el precio del crudo Brent podría llegar a los 90 dólares en el corto plazo.
En este contexto, de acuerdo Pemex, el precio de la mezcla mexicana de exportación ganó 1.50 dólares, es decir, 2.02%, para cerrar en 75.02 dólares por barril. En lo que va del año, el insumo mexicano experimenta una ganancia de 59% frente a su precio de 47.16 dólares del cierre de 2020.
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En Nueva York, el contrato del crudo WTI para entrega en noviembre saltó 1.31 dólares, es decir, 1.69%, para cerrar en 78.93 dólares por barril. Durante la jornada, el petróleo texano escaló hasta 79.48 dólares, su precio más alto desde noviembre de 2014.
Al otro lado del Atlántico, en Londres, el crudo Brent para diciembre noviembre subió 1.30 dólares, equivalente a 1.6%, a 82.56 dólares; un techo de octubre de 2018.
De acuerdo con expertos, la decisión de la OPEP+ aumenta las presiones inflacionarias; un contexto que podría descarrilar la recuperación económica global tras la pandemia.
Asimismo, los precios del oro negro se han beneficiado de los reportes de un aumento de la demanda de crudo para apoyar la generación de energía global. Y es que las interrupciones de la producción mundial han obligado a las empresas de energía a extraer grandes cantidades de crudo de sus inventarios.
