Aramco experimentó un incremento de 30% en sus ganancias del primer trimestre, como resultado de un aumento de los precios del petróleo y la actividad de refinación.
La petrolera saudita logró un beneficio neto de 21,717 millones de dólares en los primeros tres meses del año, una cifra que valida su recuperación tras los estragos de la pandemia.
Los ingresos de Aramco, asimismo, sumaron 80,042 millones de dólares entre enero y marzo de este año; lo que representa un 19.9% más que los 66,759 millones registrados en el mismo periodo de 2020.
En 2020, Aramco solo reportó una ganancia de 49,003 millones de dólares, lo que supuso una caída de 44.43% frente a 2019.
De acuerdo con la petrolera, los resultados son la consecuencia de un mercado petrolero “más fuerte” y “de mayores márgenes de refinación y productos químicos”; que han compensado en parte una menor producción.
Amin Nasser, presidente y consejero delegado de Aramco, resaltó que el impulso proporcionado por la recuperación económica mundial ha fortalecido los mercados de la energía.
“Dados los signos positivos para la demanda de energía en 2021, hay más razones para ser optimistas de que se avecinan días mejores y; aunque todavía quedan algunos vientos en contra, estamos bien posicionados para satisfacer las crecientes necesidades energéticas del mundo a medida que comienzan a recuperarse las economías”, auguró.
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Aramco, asimismo, destacó su agilidad financiera, su flexibilidad operativa única y su capacidad para generar flujos de caja que, en conjunto, le permitieron beneficiarse de las mejores condiciones del mercado en el primer trimestre del año.
Arabia Saudita, además, es el mayor productor de petróleo de la OPEP y cuenta con alrededor del 17% de las reservas de crudo del mundo.
En el primer trimestre alcanzó una producción media de 11.5 millones de barriles diarios (mbd) de hidrocarburos, de los que 8.6 mbd fueron de petróleo. El precio medio fue de 60.2 dólares por barril.