Energía inteligente, el blindaje de la eficiencia
En un mundo cada vez más comprometido con la lucha contra el cambio climático, el uso eficiente de la energía se vuelve una práctica impostergable. Adicionalmente, debido a la irrupción de la pandemia, el trabajo a distancia ha aumentado la necesidad de garantizar la productividad a distancia con el suministro adecuado de electricidad.
La urgencia medioambiental está llevando a las principales empresas tecnológicas del mundo a acelerar el desarrollo de soluciones integrales; por ejemplo, tecnologías comprometidas con el ahorro, la protección y administración de energía. Estas innovaciones, junto con la digitalización, la automatización y la predictibilidad de fallas, incluyen un enfoque sustentable.
Para Marco Cosío, Vicepresidente de Smart Infrastructure en Siemens México, Centroamérica y el Caribe, el mundo requiere un suministro de energía confiable y seguro; pero, principalmente, inteligente. “Actualmente es tan necesario generar energía, como ahorrar energía”, resaltó el directivo de la firma alemana durante la reciente edición del Energy Oil & Gas Summit.
En palabras de Marco Cosío, la gestión inteligente de la energía puede permitir a las compañías ahorrar hasta un 20% en costos energéticos. Asimismo, contribuye directamente con el cuidado del ambiente. En ese último rubro, el mundo encara una serie de desafíos para reducir las emisiones de CO2. Para enfrentar ese reto, es fundamental priorizar la eficiencia energética, acelerar la descarbonización, reducir la descentralización del abasto y maximizar la digitalización.
“La eficiencia y ahorro de energía sólo se puede lograr con tecnologías inteligentes”,
Marco Cosío, Vicepresidente de Smart Infrastructure en Siemens México, Centroamérica y el Caribe.
Eficiencia energética
No se puede hablar de energía inteligente sin abordar la eficiencia energética, que es el conjunto de acciones que nos permite optimizar la relación entre la cantidad de energía suministrada y la cantidad de energía consumida. En otras palabras, son las prácticas empleadas durante el uso de energía para reducir el consumo de la misma, disminuir costos y promover la sustentabilidad; una práctica que ya aplican empresas, negocios y hogares. “La eficiencia energética tiene que ver con ahorro de energía, un resultado que sólo se puede lograr con tecnologías inteligentes”, mencionó Marco Cosío.
Las tecnologías inteligentes no sólo priorizan el ahorro de la energía, sino que maximizan su uso. Entre éstas se encuentran la domótica y la inmótica. La primera está conformada por tecnologías para la automatización y control inteligente del hogar, mientras que la segunda incorpora sistemas de gestión técnica automatizada de las instalaciones en edificios comerciales o de uso industrial, como oficinas, colegios, edificios corporativos y hoteleros.
Estas tecnologías, que incluyen sistemas de control y gestión de energía, iluminación LED, energías renovables, medidores y controles avanzados, están contribuyendo al desarrollo de más innovaciones. Las ciudades, edificios, campus, autopistas y automóviles inteligentes tienen algo en común: el uso de la energía inteligente. Pero tampoco se puede hablar de energía inteligente y eficiencia energética sin incluir, en mayor o menor medida, la digitalización, la automatización, la inteligencia artificial, el Internet de las Cosas, el Big Data, la robótica y la biotecnología.
Redes inteligentes
La red eléctrica inteligente gestiona eficientemente la electricidad mediante la informática y la digitalización. El objetivo es garantizar el suministro eléctrico y equilibrar la oferta y la demanda entre productores y consumidores. Los nuevos sistemas y la urgencia medioambiental están haciendo cada vez más comunes estas soluciones, las cuales también reciben un impulso por parte de grandes empresas en la creación de redes de energía inteligente.
De acuerdo con Marco Cosío, la digitalización permite programar protocolos de acción en caso de fallas para crear un sistema inteligente. Esto incluye herramientas de interacción con la energía como sensores, controladores de interfaz, módulos de gestión y aplicaciones digitales.
Sin embargo, el Sistema Eléctrico Nacional en México enfrenta retos relacionados con la modernización y calidad del suministro, debido a que, mientras la demanda en generación y transmisión aumenta, la infraestructura continúa envejeciendo. Para impulsar las redes inteligentes en el país urgen inversiones y modernización. Es necesario echar a andar proyectos en las industrias donde sea rentable llevarlos a cabo. Esto sólo será posible trabajando en conjunto, entre públicos y privados.