Organizaciones civiles solicitaron a la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA) iniciar una investigación sobre el cumplimiento de lineamientos ambientales para la explotación de pozos de fracking en el municipio de Los Ramones, en Nuevo León.
La Alianza Mexicana Contra el Fracking informó que la CCA está encargada de velar por el cumplimiento de las leyes medio ambientales en los países que integran el T- MEC.
De acuerdo con la Alianza Mexicana Contra el Fracking, las actividades de exploración en los pozos Tangram-1 y Nerita-1 podrían implicar prácticas de fracking; después de que las búsquedas de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) no detectaron información pública sobre los pozos.
Al pozo Tangram-1 se le inyectaron alrededor de 25,808 metros cúbicos de agua y se alcanzó una profundidad de 4,426 metros; en tanto que en el Nerita-1, se utilizaron 13,039 metros cúbicos de agua en una profundidad de cuatro mil cien metros. Las búsquedas también registraron sismicidad inducida en zonas aledañas.
Las búsquedas también detectaron la perforación de pozos cercanos a la comunidad de Hacienda el Carrizo, pues se encontraron diferentes afectaciones como sismicidad inducida por la fractura hidráulica.
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De manera específica, la Alianza describió que las principales omisiones son a la Ley Federal del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente; con relación a la obligación de presentar la MIA y las medidas de seguridad necesarias para cuidar el medio ambiente.
Asimismo, la Alianza destaca el incumplimiento a las normas de la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental y el Reglamento de la Ley General de Prevención y Gestión de Residuos.
La CCA tiene la posibilidad de realizar las investigaciones necesarias y notificar al Estado Mexicano las normas que se han incumplido en estos pozos. La fractura hidráulica es una práctica prohibida en nuestro país por las implicaciones ambientales y sociales que representa.