El Departamento de Defensa de Estados Unidos aprobó enviar 3,000 soldados adicionales a Oriente Medio. La decisión se tomó después de que personas irrumpieran la embajada de Estados Unidos en Bagdad.
De acuerdo con el portal de NBC News, las tropas se sumarán a lo 650 soldados que ya están en la región. Los militares serán enviados a Irak y Kuwait y permanecerán en la región durante 60 días.
La decisión se toma después de que Washington perpetrara un ataque aéreo en Bagdad (Irak), ordenado por el presidente Donald Trump. La ofensiva culminó con la muerte de Qassem Soleimaní, comandante de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní.
El Pentágono confirmó la autoría del ataque de misiles perpetrado este 2 de enero en la capital iraquí y «tenía como objetivo disuadir futuros planes de ataque iraníes.
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El bombardeo contra Bagdad también acabó con la vida de Abu Mahdi al Muhandis, jefe de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP) y comandante de la milicia Kataib Hezbolá (KH). También muerieron al menos otras 10 personas.
La muerte de Soleimaní ha despertado temor entre los aliados de Estados Unidos de una nueva guerra en Oriente Medio. Ha provocado el repunte de los precios del petróleo, así como caídas en los mercados de todo el mundo.
Por su parte, el presidente de Irán, Hasán Rohaní, declaró que Teherán y otras naciones de la región «vengarán» el asesinato de Soleimani. Aseguró que esta acción hará que Teherán esté «más decidido» en su resistencia contra Estados Unidos.
Previamente, el canciller iraní, Mohammad Javad Zarif, calificó los ataques de EEU de «acto de terrorismo internacional». Mientras que el líder supremo del país, Alí Hoseiní Jameneí, advirtió que a los «criminales» que mataron al general les espera una dura venganza.