En México, la gestión de residuos peligrosos continúa siendo uno de los principales desafíos ambientales. De acuerdo con diversos estudios, más del 90% de estos residuos se manejan de forma inadecuada. Lo que deriva en su disposición irregular en cuerpos de agua, cañadas y zonas desérticas.
Frente a esta realidad, el Centro de Tratamiento y Disposición Final (CTyDF) de Veolia, ubicado en el municipio de Mina, Nuevo León —entre las ciudades de Monterrey y Monclova—, celebra 40 años de operación continua. Consolidándose como una infraestructura estratégica cuya escala, diseño técnico y alcance operativo lo han convertido en un referente nacional. Y en uno de los complejos más importantes del país en su tipo.
Desde su puesta en marcha en 1985, el centro ha operado bajo los más altos estándares internacionales. Con una capacidad autorizada para tratar hasta 660,000 toneladas de residuos al año. Actualmente trabaja al 40% de esa capacidad, lo que garantiza su flexibilidad operativa ante emergencias ambientales o cambios en el marco regulatorio.
Esta solidez operativa es resultado de una visión de largo plazo. Desarrollado con inversión 100% privada, Veolia apostó desde el inicio por un modelo autosostenible, con autonomía técnica y financiera. Esta decisión ha permitido reinvertir de forma constante en procesos, innovación y desarrollo local, sin depender de subsidios públicos.
El complejo cuenta con 1,300 hectáreas operativas y una zona de amortiguamiento de más de 10,000 hectáreas. Lo que permite integrar tecnología de vanguardia con procesos rigurosos de control y trazabilidad. Cada residuo que ingresa es analizado en un laboratorio acreditado por la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA), el cual determina su ruta de tratamiento según sus propiedades físico-químicas.
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Además, es el único confinamiento en México que cumple con la exigente NOM-173, y cuenta con certificaciones internacionales como ISO 9001, ISO 14001 e ISO 37001, que avalan la calidad de sus procesos, el compromiso ambiental y la transparencia operativa.
Gracias a esta infraestructura y metodología, el centro ha demostrado que el manejo de residuos va mucho más allá de la disposición final.
Donde otros ven desechos, Veolia identifica valor: oportunidades de reciclaje, recuperación energética y valorización de materiales. Contribuyendo así a una economía más circular y baja en carbono.
Los resultados alcanzados en estas cuatro décadas dan cuenta de su impacto. El centro ha recibido y tratado de forma segura unos 11 millones de metros cúbicos de residuos, equivalente a llenar 48 veces el Estadio Azteca. Pero más allá del volumen, destacan los logros ambientales: una captura anual superior a 113,000 toneladas de CO₂e en suelos y más de 4,000 toneladas capturadas en vegetación, la recuperación de 5,248 metros cuadrados de áreas perturbadas, la conservación activa de 500 hectáreas de ecosistema natural, y una tasa de éxito del 90% en la reubicación de especies nativas.
El compromiso con el entorno también se refleja en el ámbito social. Más de 90 empleos directos se generan en la región, beneficiando a comunidades como Mina, Hidalgo, El Carmen, Castaños y Monclova. Contribuyendo al desarrollo económico local de forma sostenida.
Transformación Ecológica
“El compromiso con la transformación ecológica no se demuestra solo con cifras, sino con decisiones técnicas, éticas y operativas que sostienen el largo plazo”. Así lo señaló Arnaud Penverne, CEO de Veolia México.
“Miramos hacia el futuro con la convicción de seguir liderando la transformación ambiental en México. Apoyando a las industrias en sus objetivos de sustentabilidad y contribuyendo al desarrollo de las comunidades locales”, destacó.
Con una vida útil proyectada hasta el año 2047 —y con posibilidad de ampliarse— el centro en Mina se mantiene como un ejemplo de infraestructura crítica desarrollada con visión, responsabilidad y tecnología, en donde cada tonelada tratada es una contribución directa a la sostenibilidad del país.
La ambición de Veolia es convertirse en la empresa de referencia para la transformación ecológica. Con casi 218,000 empleados en cinco continentes, el Grupo diseña y despliega soluciones útiles y prácticas para la gestión del agua, residuos y energía que ayudan a cambiar radicalmente el mundo. A través de sus tres actividades complementarias, Veolia contribuye a desarrollar el acceso a los recursos, a preservar los recursos disponibles y a renovarlos.
En 2024, el grupo Veolia atendió a 113 millones de personas con agua potable y a 103 millones con servicios de aguas residuales. Produjo 42 teravatios-hora de energía y recuperó 63 millones de toneladas métricas de residuos. Veolia Environnement (París Euronext: VIE) generó ventas consolidadas de €45.3 mil millones en 2024.