México incorporó reservas 2P por descubrimientos por 1,100 millones de barriles de petróleo crudo equivalente (mmbpce) de 2017 a 2020. De los cuales, 775 mmbpce, o el 70% corresponden a Yacimientos de Gas y Condensado (YGC).
Dichas reservas corresponden a 5 campos: Valeriana, Ixachi, Koban, Vinik y Quesqui. El 85% de ellas se asociaron con Ixachi y Quesqui. El campo Quesqui restituyó 49% del hidrocarburo producido en 2020 (907.4 mmbpce) en las reservas 2P al 01/01/21 y 102% en las reservas 3P.
Adicionalmente, el campo Ixachi sujeto a mayor análisis desde su descubrimiento en 2017, ha incrementado sus reservas 2P a 1,300 mmbpce; es decir, 143% del volumen producido en México en 2020.
Lo anterior hace pensar: ¿Cómo podemos dimensionar la relevancia de los Yacimientos de Gas y Condensado para la economía mexicana? Por ejemplo, el volumen de las reservas 2P al 01/01/2021 de los YGC descubiertos en los últimos 4 años significa varias cosas.
Primero, la habilidad de mantener la producción de todo México (a ritmo de 2020) durante 2 años; segundo, satisfacer la demanda de gas natural de la región sur-sureste de México por 6 años; tercero, el 25% de los recursos prospectivos no convencionales de gas en la cuenca Tampico-Misantla.
Adicionalmente, el 137% de las reservas asociadas a todos los contratos adjudicados en licitaciones y los ingresos brutos por 70,000 millones de dólares.
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La correcta caracterización de los YGC y la evaluación de planes de desarrollo que consideren diferentes procesos de recuperación (los diferentes perfiles de condensado asociados). Para seleccionar el enfoque óptimo representa una gran oportunidad para México para maximizar la recuperación y retorno financiero en este tipo de yacimientos.
Adicionalmente, el artículo considera implicaciones más amplias para el mercado mexicano del gas, el impacto en los requerimientos de importación futuros; el potencial de crecimiento futuro y las consideraciones de infraestructura para respaldar el desarrollo continuo.
En los últimos años, la dificultad de las actividades exploratorias ha incrementado por la necesidad de dirigir esfuerzos hacia prospectos más riesgosos y complejos técnicamente. Las áreas exploratorias de diversas compañías petroleras, entre ellas, Pemex han apostado por la perforación de prospectos con objetivos más profundos y de mayor complejidad; afortunadamente, se ha tenido éxito exploratorio en algunos de esos prospectos.
El campo Ixachi, descubierto en el año 2017, es un ejemplo claro de éxito en el tipo de prospectos mencionado. Igualmente, el yacimiento del campo Ixachi se encuentra a una profundidad promedio de aprox. 6,850 mvbnm (CNH-Pemex, 2019); lo que resulta en condiciones altas de presión y temperatura, y dadas las propiedades y la composición del hidrocarburo presente en él. Fue caracterizado como un yacimiento de gas y condensado (YGC).
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El éxito exploratorio en prospectos profundos observado los últimos años en México, que resultó en los descubrimientos de los Yacimientos de Gas y Condensado analizados. Presentan un panorama prometedor para los futuros prospectos de las mismas características a perforar en los siguientes años.
Igualmente, es de vital importancia la comprensión del comportamiento de los YGC para dimensionar adecuadamente los volúmenes de gas y de condensado; que se presentan en el yacimiento y que se lograrán obtener en superficie. Distintas estrategias de extracción obtendrán distintos retornos financieros.
Asimismo, la extracción de un YGC por métodos primarios otorga preferencia a la comercialización temprana de gas; sin embargo, castiga la recuperación de condensados y, por ende, el beneficio económico asociado a la venta de líquidos.
Por otro lado, la extracción de un YGC por métodos mejorados, como la reinyección de Gas, otorga preferencia a la comercialización y maximización de los volúmenes de condensados; maximizando a su vez, el retorno económico del proyecto, pero poniendo en segundo término el beneficio estratégico de la recuperación de gas.
La correcta caracterización de los YGC y la evaluación de planes de desarrollo que consideren diferentes procesos de recuperación (y diferentes perfiles de condensado asociados). Para seleccionar el enfoque óptimo representa una gran oportunidad para México para maximizar la recuperación y retorno financiero en los YGC en México.
Finalmente, la decisión del mejor camino a tomar, indiscutiblemente, debe involucrar a los operadores petroleros. Igualmente, el gobierno a través de sus reguladores energéticos y empresas de servicios que apoyen al cumplimiento de las metas técnicas y financieras.
Los ingenieros Fidel Juárez Toquero, Steven Golko, Gary Finnis, Christoffer Mylde y Ricardo Linares presentaron el trabajo en la reciente edición del Congreso Mexicano del Petróleo (CMP).
