Moody’s Investors Service ratificó la calificación senior no garantizada en escala global en Baa1 de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Igualmente, la agencia mantuvo la perspectiva de la empresa productiva del Estado en “negativa”.
La perspectiva negativa sugiere que la calificación podría experimentar una baja si CFE registra un mayor apalancamiento.
De acuerdo con la agencia, la calificación Baa1 toma en cuenta la evaluación Baa1 del gobierno de México como proveedor de soporte de CFE.
Asimismo, la expectativa considera el fuerte respaldo del gobierno a la empresa en caso de problemas financieros. Igualmente, contempla un incumplimiento muy alto entre CFE y el gobierno mexicano.
Adicionalmente, Moody’s resaltó que es probable que el desempeño financiero de la CFE siga siendo débil en los próximos 12 a 18 meses. Lo anterior, como resultado de los altos precios internacionales del gas natural. Igualmente, por los desafíos relacionados con su gran programa de gasto de capital que requerirá financiamiento de deuda.
“No obstante, la acción de calificación incorpora nuestra expectativa de que, hasta cierto punto, CFE podrá recuperar costos a través de tarifas a lo largo del tiempo o mediante transferencias extraordinarias del gobierno, aunque el tamaño y el momento son altamente inciertos. Además, esperamos que el débil desempeño financiero de CFE pueda estabilizarse a medida que disminuyan los precios del gas natural”, describió Moody’s.
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La ratificación de la calificación llega poco después de que la iniciativa de reforma eléctrica no logró la pasar en el Pleno de la Cámara de Diputados. La iniciativa propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador buscaba fortalecer la CFE en el mercado eléctrico mexicano.
Asimismo, el presidente consideró que se cometió un acto de traición a México donde los diputados opositores se convirtieron en francos defensores de empresas extranjeras.
Igualmente, dijo que los diputados que votaron contra la Reforma Eléctrica no argumentaron nada; además, refirió que es falso que la reforma contradijera el T-MEC, como lo refirió el diputado del PRI, Ildefonso Guajardo.
