Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta electa de México, aseguró que existe apertura para la inversión privada en el segmento de hidrocarburos.
En conferencia, Sheinbaum Pardo comentó que la Constitución permite la participación de privados en la industria petrolera en algunos segmentos y áreas.
Advirtió de que no habrá un regreso al modelo energético del Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), cuando se priorizó a las empresas particulares.
“El mercado en ciertas áreas está abierto, está en la Constitución. Y está establecido qué porcentaje de esa extracción, si la hace un privado, la entrega a Pemex o a la Tesorería o al Estado mexicano. Entonces eso está establecido. Lo que nosotros no queremos es regresar al pasado”, compartió.
Ayer, la Asociación Mexicana de Empresas Hidrocarburos (Amexhi) solicitó al próximo Gobierno retomar las asociaciones público-privadas para desarrollar un mayor número de yacimientos petroleros.
La Amexhi enfatizó que sus recomendaciones podrían generar beneficios presupuestales al Estado mexicano por casi 160,000 millones de dólares. De los cuales, cerca de 104,000 millones de dólares serían por contraprestaciones, y 56,000 millones de dólares invertidos en proveeduría nacional.
“Lo que nosotros no queremos es este esquema de asociación público-privada en donde el único que pierde es el Estado y el único que gana es el privado», compartó.
Sheinbaum Pardo señaló que aún no define a la persona que dirigirá a Pemex durante su administración.
“Creemos que hay otros esquemas de colaboración con el sector privado en donde, si bien los riesgos son conjuntos. También las ganancias son conjuntas, y hay áreas en donde el Estado tiene la prioridad”, reiteró.
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Ayer, Alberto de la Fuente, presidente de Amexhi, destacó el papel estratégico de la industria del petróleo y gas para apoyar el desarrollo de México.
“Hablar de nuevas oportunidades implica la adopción de tecnología para maximizar, optimizar y acelerar la exploración. Para aprovechar el 53% de los recursos prospectivos que nuestro País tiene sin asignar, ni a Pemex ni a nadie. También implica utilizar las lecciones aprendidas de las perforaciones recientes o los avances en interpretación sísmica para aprovecharlos recursos. Incluso los que están en yacimientos no convencionales”, destacó.
