Schlumberger, el proveedor estadounidense de servicios petroleros, acordó la venta de su negocio de fracturación hidráulica de esquisto en Norteamérica a su rival Liberty Oilfield Services.
Con la compra, Liberty se convertirá en la tercera empresa de servicios petroleros más grande de Estados Unidos por ingresos. Schlumberger tomará una participación del 37% en Liberty.
La operación se produce 30 meses después de que Schlumberger buscó expandirse en el rubro de fracking; con la compra de 430 millones de dólares en equipos de fracturación hidráulica de Weatherford.
La caída de los precios del petróleo a nivel mundial provocó que el crudo esquisto perdiera atractivo y rendimiento.
El CEO de Schlumberger, Olivier Le Peuch, se comprometió a recortar su cartera de fracturación hidráulica en América del Norte; con la reducción de operaciones, cierre de negocios y el recorte de miles de empleos.
El acuerdo se cerrará el cuarto trimestre y Liberty seguirá siendo dirigida por Chris Wright, su actual presidente ejecutivo.
Tras la venta, las acciones de Liberty se dispararon un 35%, mientras que las de Schlumberger cayeron un 1.5% en el mercado de Nueva York.
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Liberty con esta negociación se hará con equipos hidráulicos avanzados y dos minas de arena de fracking en el oeste de Texas. La firma con sede en Denver duplicará el tamaño de su flota en un mercado que ha perdido tres cuartas partes de sus miembros en este año.
En palabras de Chris Wright, la tecnología que agregan es verdaderamente excepcional y confía que el fracking se recuperará el próximo año.
