Cambio de suministro: el fin del tránsito de gas en Ucrania prepara el terreno para el GNL y los desvíos de gasoductos. La Unión Europea (UE) tiene como objetivo prohibir las importaciones de combustible ruso para 2027.
Sin embargo, casi la mitad de los suministros de gas por gasoducto de Rusia a Europa y Moldavia todavía pasan por Ucrania, totalizando 13,700 millones de metros cúbicos (Bcm) en 2023. Mientras la UE debate la posibilidad de involucrar a Azerbaiyán en un futuro acuerdo de tránsito. El actual acuerdo de tránsito de gas de cinco años entre Rusia y Ucrania expirará a fines de 2024. Lo que genera preocupaciones sobre el flujo futuro de estos volúmenes de gas.
Rystad Energy predice que el gas de Rusia deberá ser desviado a Europa a través de rutas alternativas. Lo que requerirá 7,200 millones de metros cúbicos adicionales por año de gas natural licuado (GNL) para reemplazar el gas que transita por Ucrania. Las interrupciones del suministro pueden ocurrir antes de lo esperado inicialmente, como lo indicó la advertencia de mercado de la empresa austriaca OMV en mayo.
Eslovaquia, Austria y Moldavia son las naciones europeas que más dependen de los volúmenes de tránsito, importando alrededor de 3.2 Bcm, 5.7 Bcm y 2.0 Bcm, respectivamente, en 2023.
En 2023, el gas ruso que pasaba por Ucrania abasteció a países de la UE a través de puntos de entrada en Eslovaquia y Moldavia. Moldavia está ajustando su suministro a pesar de haber acordado con Ucrania un flujo continuo de gas ruso hasta finales de 2025. Suministrado en gran medida a la región separatista prorrusa de Transnistria.
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En 2023, el país importó el 74% de su gas a través de Ucrania y, por primera vez, recibió gas de Rumania y el sur a través de flujos inversos a través del gasoducto transbalcánico. La empresa energética italiana Eni y Hungría también importaron gas ruso a través de Ucrania. Mientras que Eslovenia y Croacia han sido receptores más pequeños de gas ruso a través de Ucrania.
La interrupción de los flujos de gasoductos rusos a través de Ucrania afectaría significativamente a los países que dependen de estos volúmenes. Por ejemplo, cuando expire la extensión del tránsito después de 2025, Moldavia tendría que desviar sus 2 Bcm suministrados a través de Ucrania. Posiblemente a través de flujos inversos del gasoducto Transbalcánico.
Para llegar a Moldavia, el gas ruso podría utilizar el punto de entrada de Isaccea entre Rumania y Ucrania, pero se requeriría un acuerdo de tránsito para la corta distancia de 25 kilómetros a través de Ucrania.
Rutas alternativas
El gasoducto Transbalcánico ha estado funcionando en flujo inverso desde fines de 2022, con 0.54 Bcm de gas ingresando a Moldavia. A través de Ucrania desde Rumania a través del punto de entrada de Isaccea en 2023. Además, el gas del Corredor de Gas del Sur en Azerbaiyán, así como de las terminales de importación de GNL turcas y griegas, puede llegar a Moldavia a través del sur.
Cuando cese el acuerdo de tránsito entre Rusia y Ucrania, las únicas rutas de suministro alternativas para los países de Europa Central y Oriental serían la Corriente de los Balcanes y el punto de entrada de Horgos entre Serbia y Hungría.
El productor ruso Gazprom y los importadores europeos están interesados en el suministro continuo a través de Ucrania. Mientras que los funcionarios ucranianos niegan cualquier intención de renovar el acuerdo con Rusia. Sin Azerbaiyán u otro tercero que transite el gas tras un acuerdo de intercambio con Rusia, la UE necesitará unos 7.2 mil millones de metros cúbicos de gas que se obtendrán del mercado de GNL. Las terminales de Polonia, Alemania, Lituania e Italia podrían enviar estos volúmenes a los países más afectados, como Eslovaquia y Austria.
