En México, la infraestructura de baja tensión dentro de la industria está experimentando una transformación notable, impulsada por las necesidades de modernización y adaptación a las nuevas tecnologías. Por una parte, este cambio es una respuesta a la obsolescencia de los sistemas existentes; y por otra es un paso adelante hacia la eficiencia energética y la sostenibilidad.
Redes de Baja Tensión
La infraestructura eléctrica en México se divide en sistemas interconectados que abarcan desde alta hasta baja tensión. Distribuyendo energía desde las plantas generadoras hasta los consumidores finales. Las redes de baja tensión, que utilizan voltajes entre 125 y 220 V, son cruciales para las operaciones diarias de casas y empresas. Mientras que las líneas de media tensión, con voltajes entre 3 y 30 kV, son esenciales para las grandes y pequeñas plantas industriales.
En este contexto, Siemens, reconocido mundialmente por sus soluciones innovadoras en diversas áreas de la tecnología, también se destaca en su división de Baja Tensión en México. Esta área se enfoca en proporcionar sistemas y componentes para la distribución de energía eléctrica en edificaciones industriales y comerciales. Así como en aplicaciones residenciales. A través de sus portafolios SENTRON, SIVACON, y ALPHA, la empresa alemana ofrece una gama completa de productos para asegurar una distribución de energía segura, eficiente y conforme a las demandas del mercado y las necesidades de los clientes.
Los productos de baja tensión de Siemens incluyen soluciones para la protección, el control y la distribución de la energía eléctrica. Tales como interruptores automáticos, contactores, sistemas de monitoreo y control de energía, entre otros. Estos productos están diseñados para optimizar la fiabilidad del suministro eléctrico, maximizar la seguridad y aumentar la eficiencia energética en las aplicaciones donde se utilizan. Además, Siemens incorpora tecnologías innovadoras como la digitalización y el Internet de las Cosas (IoT). Para mejorar la gestión de la energía y ofrecer soluciones adaptadas a los desafíos de la modernización de infraestructuras eléctricas.
Digitalización
La digitalización es un aspecto crucial en esta renovación, ya que permite la implementación de soluciones inteligentes para la gestión de la energía. Esto es evidente en la industria 4.0, donde México muestra un desarrollo avanzado, especialmente en el sector automotriz. El cual ha incorporado rápidamente soluciones digitales en sus líneas de producción para mantener la competitividad internacional. Estas soluciones incluyen desde la automatización hasta la utilización de inteligencia artificial y big data para la optimización de procesos.
La importancia de la renovación de la infraestructura de baja tensión radica también en su impacto en la eficiencia energética y la reducción de la huella de carbono. Con voltajes entre 220 y 440 volts utilizados en la industria, la correcta implementación y mantenimiento de estas instalaciones son fundamentales para asegurar un consumo eléctrico eficiente y seguro.
Fuerza laboral
El impulso hacia la renovación de la infraestructura eléctrica en México también resalta la necesidad de una fuerza laboral capacitada en las nuevas tecnologías. Programas de educación dual y la inversión en el desarrollo profesional son esenciales para preparar a ingenieros y técnicos para retos de la industria 4.0. Asegurando así el éxito de la transformación digital en el sector industrial.
Esta renovación representa una oportunidad significativa para el país. No solo en términos de mejoras en eficiencia y sostenibilidad de las operaciones industriales, sino también como un motor de crecimiento económico y desarrollo tecnológico. Con empresas líderes invirtiendo en tecnologías avanzadas y un enfoque gubernamental y educativo hacia la capacitación de talento especializado, México está bien posicionado para avanzar hacia un futuro energético más brillante y sostenible.
En resumen, Siemens incorpora tecnologías innovadoras como la digitalización y el Internet de las Cosas (IoT) para mejorar la gestión de la energía. Adicionalmente, ofrecer soluciones adaptadas a los desafíos de la modernización de infraestructuras eléctricas.