Los precios del petróleo cerraron el lunes con pizarras negativas en los mercados internacionales, presionado por cifras débiles de la demanda de hidrocarburos desde China.
Las importaciones de crudo de China en septiembre se ubicaron en 9.79 millones de barriles por día fueron; es decir, 2% inferiores a los registros del mismo periodo del año anterior.
La fortaleza del dólar, que volvió a subir durante parte de la sesión de negociación tras otra supuesta intervención cambiaria por parte de Japón, ejerció una presión bajista adicional.
Los riesgos de una recesión mundial para el primer trimestre de 2023 han arrastrado a los precios del petróleo a niveles mínimos nueve meses en semanas recientes.
A comienzos de marzo, los precios del petróleo repuntaron cerca de máximos históricos (140 dólares), disparados por la invasión a Ucrania. Sin embargo, los riesgos de una recesión global han diluido el rally de los precios a niveles cercamos a mínimos del año.
En Londres, el crudo Brent para diciembre perdió 0.3% para cerrar en 93.26 dólares el barril. Cabe recordar que, el 8 de marzo, el crudo Brent saltó a 139 dólares, su mayor precio desde 2008. Mientras en Nueva York, el crudo WTI para diciembre descendió 0.6% para cerrar en 84.58 dólares el barril.
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En julio, Citigroup advirtió que, el precio del petróleo podría desplomarse hasta 65 dólares por barril a finales de este año. Incluso, alertó que el barril del oro negro podría caer hasta los 45 dólares a finales de 2023 en caso de una fuerte recesión.
Esa estimación contrasta con las expectativas de hace cuatro meses, antes de la tendencia negativa. A mediados de junio, Goldman Sachs estimó que el precio del crudo Brent podría escalar a los 140 dólares. En abril, JPMorgan advirtió que el precio del crudo Brent podría escalar hasta 185 dólares el barril en caso de una fuerte escasez de petróleo.