El precio del petróleo se hundió este viernes a mínimos de más de tres años en los mercados internacionales. Las cotizaciones del oro negro quedaron a la deriva después de que los responsables de la producción mundial no lograron firmar de un plan de rescate.
La confirmación de que Rusia no apoyaría la iniciativa de la OPEP y sus aliados para ampliar sus recortes de producción profundizó la caída de los precios.
Sin embargo, el desplome real está asociado a las expectativas de un prolongado enfriamiento de la demanda mundial de hidrocarburos por el efecto del Covid-19. La crisis sanitaria en China ha detenido la actividad económica del gigante asiático. Lo peor es que se ha propagado fuera de ese país y paralizado la movilización por tierra y aires en Asia, Europa y Medio Oriente.
Como resultado, la demanda de hidrocarburos líquidos y combustibles se ha debilitado en esos frentes, colapsando los precios internacionales del petróleo.
El precio de la mezcla mexicana de exportación se desplomó 11.33% hasta 35.75 dólares el barril. En el año se desploma 38% frente a su precio de 57.68 dólares del 31 de diciembre.
En el mercado de Nueva York, el contrato del crudo West Texas Intermediate (WTI) se desplomó 9.4 % hasta los 41.33 dólares por barril, su precio más bajo desde agosto de 2016.
El crudo Brent se derrumbó 9.4%, su mayor caída desde 2008, hasta 45.27 dólares por barril, su nivel más bajo desde junio de 2017.
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Ayer los miembros de la OPEP+, sin Rusia, acordaron aplicar un recorte adicional en su producción a partir del segundo trimestre del año; el objetivo era desahogar el excedente en mercado petrolero y estabilizar los precios del crudo. Sin embargo Rusia no asistió a la reunión este viernes y se confirmó que no se sumaría a esa iniciativa. Como resultado los precios se desplomaron en los mercados internacionales.
Moscú estaría de acuerdo con extender los recortes actuales durante más tiempo, pero no con aumentar dichos recortes, informó la agencia Bloomberg.
En diciembre, la OPEP+ pactó un recorte adicional de 500 mil barriles diarios de crudo a partir de enero; extra al recorte de 1.2 millones de barriles al día que entró en vigor en enero de 2019.
Especialistas señalan que Moscú considera que el problema no es la oferta, sino la demanda. Pues estima que el consumo seguirá debilitándose por el impacto del coronavirus.
