En su Plan Estratégico 2025-2030, Petróleos Mexicanos (Pemex) contempla el desarrollo y operación de cuatro plantas de cogeneración, con una capacidad conjunta superior a los 2,700 megavatios. La iniciativa busca optimizar costos, reducir la huella de carbono, garantizar un suministro confiable de energía y reforzar al Sistema Eléctrico Nacional.
La primera instalación considerada es la planta de Tula, con una capacidad de 650 megavatios. Ubicada en Hidalgo, esta planta permitirá abastecer de energía a la refinería local y a la zona industrial de la región, reduciendo costos operativos y asegurando un suministro más estable.
En el sureste, la planta de Salina Cruz, con 600 megavatios, reforzará la infraestructura eléctrica en Oaxaca y estados vecinos. Su relevancia radica en atender la creciente demanda energética y contribuir a la modernización de la red en el Istmo de Tehuantepec.
La planta de Cangrejera, con 900 megavatios, será la de mayor capacidad dentro del plan. Localizada en Veracruz, jugará un papel estratégico en el corredor petroquímico. Al proporcionar energía tanto para la producción industrial como para el sistema nacional. Convirtiéndose en un punto clave para la seguridad energética.
Por último, la planta de Nuevo Pemex, con 600 megavatios, reforzará la red eléctrica en Tabasco. Además, aprovechará de manera más eficiente el gas natural de la región, lo que permitirá disminuir emisiones y elevar la competitividad de la empresa.
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Pemex destacó que la cogeneración es un modelo que incrementa la eficiencia en el uso de combustibles y aporta beneficios ambientales al reducir contaminantes. Con estas cuatro plantas, la petrolera busca consolidar un sistema energético más sustentable, confiable y competitivo para el país, en línea con los retos de la transición energética global.
