Octavio Romero Oropeza, director general de Pemex, presentó un informe actualizado del derrame de crudo en la plataforma Ek Balam en la Sonda de Campeche.
Desde la Torre Ejecutiva de Pemex, el Ingeniero Romero Oropeza, quien estuvo acompañado por el Ingeniero Ángel Cid Munguía, director general de Pemex Exploración y Producción, presentó una cronología de los trabajos realizados para cambiar la red de ductos del campo Ek Balam.
Describió que la red de ductos de los campos Ek Balam concluyó su periodo de vida útil de 30 años. Por lo que, en forma preventiva, se efectuó el cambio por una nueva red. Lo anterior derivó en un pequeño derrame de crudo.
“El derrame de hidrocarburos en la Sonda de Campeche se debió a dos factores. En primer lugar, a un fenómeno natural conocido como ‘chapopoteras’ y en segundo lugar, a la pequeña fuga en el campo Ek Balam”, describió.
Agregó que una de las grandes manchas que pueden observarse vía satélite en la Sonda de Campeche se deben a ‘chapopoteras’. Las cuales están ubicadas en el campo Cantarell desde hace millones de años.
“La mayor chapopotera se ubica en Cantarell y se origina en una fractura de aproximadamente mil 500 kilómetros de longitud. Con diversos puntos de emisión de hidrocarburos a la superficie del mar”, explicó.
Compartió que el Consejo Nacional de Investigación de los Estados Unidos ha concluido que las ‘chapopoteras’ representan a nivel mundial el 46% anual de la aportación de hidrocarburos que se derraman en el ambiente oceánico.
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Sobre el segundo factor, Romero Oropeza señaló que se registró una pequeña fuga de hidrocarburos, ya que detectaron un ducto erosionado que contenía una fuga que era equivalente a la mitad del tamaño de un bolígrafo.
“Los dos puntos de fuga en el ducto fueron pequeñas fisuras de 7 centímetros de longitud por 1 milímetro de ancho y un poro de 1.2 cm de diámetro. Dado lo reducido de las grietas, el volumen de hidrocarburos que se fugó fue mínimo”, reiteró.
Explicó que el campo Ek Balam tiene una red de ductos de 24 kilómetros, los cuales ya tienen un tiempo de operación de 32 años.
Enfatizó que la fuga de hidrocarburo en Ek Balam, que exhibieron ambientalistas y expertos de la UNAM, fue descubierta el 3 de julio y reparada en su totalidad el 22 de julio.
Romero Oropeza especificó que el derrame de hidrocarburos se extendió por 5.2 millas náuticas, es decir 9.6 kilómetros. “No los más de 400 kilómetros cuadrados que documentaron activistas y especialistas de la UNAM”.
Agñadió que el derrame se reportó de manera inmediata ante la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) y la Secretaría de Marina (SEMAR). Posteriormente, se procedió a su reparación, por lo que fue controlado en su totalidad.
