Petróleos Mexicanos (Pemex) informó que este jueves se montó la torre fraccionadora que será parte de la planta Coquizadora en la Refinería de Salina Cruz.
La maniobra fue presenciada por autoridades de Pemex, Ica Fluor y el presidente municipal de Salina Cruz, Arq. Daniel Mendez Sosa.
La construcción de la coquizadora en la refinería de Salina Cruz, Oaxaca, forma parte de la estrategia del gobierno federal para aumentar la capacidad de producción y alcanzar la autosuficiencia en combustibles.
De acuerdo con las proyecciones iniciales, la construcción de la planta contempla un costo de 3,000 millones de dólares. Se estima que la coquizadora aportará una producción adicional de 75,000 barriles diarios de gasolinas y diésel de bajo azufre. Además, reducirá la elaboración de combustóleos en un 84%.
El avance en su construcción es de 80% y se espera que esté lista para operar en el primer semestre de 2026.
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Una planta coquizadora se encarga de recibir los residuos que quedan después de refinar petróleo crudo que se conocen como combustóleo. Lo que hace la planta es refinarlo para convertirlo en más gasolina y diésel. Es decir, aprovecharlo aún más.
El residuo es la carga que va a la planta de coquización retardada, donde el producto se calienta por arriba de los 482° C en un horno. Después fluye a unos tambores de coque donde, bajo condiciones apropiadas de presión y temperatura, se craquea térmicamente.
Cabe señalar que el craqueo térmico es un proceso en el que se rompe y modifica la estructura molecular de los hidrocarburos. Los cuales se transforman en productos ligeros de mayor valor comercial y en coque, que es una materia carbonosa sólida de color gris.
