La diversidad y la inclusión han pasado a primer plano como factores esenciales para la competitividad y la sostenibilidad de las empresas. Para explorar este tema y ofrecer una mirada con experiencia global, conversamos con Monika Rehner, Vicepresidenta de Finanzas en Harbour Energy.
Monika Rehner cuenta con una sólida formación académica en finanzas y administración de empresas. “Tengo dos maestrías: una en Administración de Negocios (MBA) y otra en Finanzas, cursadas en Francia y Alemania”, explica. Su carrera profesional comenzó en la construcción de modelos financieros para la compra y venta de activos en el sector de petróleo y gas.
Posteriormente, se trasladó a Abu Dabi, donde fue responsable de establecer las operaciones de la compañía en esa región y liderar un equipo en áreas financieras y comerciales. Tras cuatro años, llegó a México para asumir la responsabilidad de la administración financiera en Harbour Energy. “He tenido la oportunidad de trabajar con diferentes culturas y entornos regulados de forma distinta; eso me ha permitido entender la importancia de tener equipos diversos y de promover el talento sin distinción”, comenta.
Enriquecimiento de la toma decisiones
Para Monika, el liderazgo femenino no se trata solo de cumplir cuotas, sino de reflejar la composición real del personal y de las sociedades en las que operan las empresas. “Trabajar con personas de distintos orígenes, culturas y creencias enriquece la toma de decisiones”, señala.
De acuerdo con su experiencia, las compañías internacionales que desean consolidarse en mercados competitivos deben fomentar la participación de mujeres en todos los niveles jerárquicos. “La representatividad no es solo un tema de equidad; también impacta en la capacidad de innovar y de responder a los retos del mercado”, afirma.
Cómo crear un entorno inclusivo
La inclusión no se logra de la noche a la mañana, sino que requiere estrategias de mediano y largo plazo integradas en la cultura organizacional. “Me gustaría ver que la diversidad y la inclusión dejen de ser solo una tendencia y se conviertan en valores arraigados. Que sea un objetivo integral trazado desde la alta dirección”, comenta.
Asimismo, considera que la inclusión no debe generar un desplazamiento de otros grupos. “Necesitamos alejar la narrativa de que el avance de las mujeres se produce a costa del liderazgo masculino. Debemos concentrarnos en cómo lograrlo y no en por qué debemos hacerlo”, sostiene.
Para alcanzarlo, la Monika enfatiza la importancia de la comunicación dentro y fuera de la empresa: “Desde edad temprana, debemos enseñar que las niñas pueden hacer lo mismo que los niños. Si cambiamos la forma de hablar de estos temas en casa y en la escuela, podremos generar un impacto positivo a largo plazo”.
Responsabilidad de las empresas
Desde la perspectiva de Monika Rehner, las organizaciones tienen la responsabilidad de facilitar el desarrollo profesional de las mujeres de forma equitativa, brindándoles las mismas oportunidades de capacitación y visibilidad. “No se trata de preguntar qué más deben hacer las mujeres para progresar, sino de cuestionar qué pueden hacer las empresas para crear un ambiente que promueva su éxito”, afirma.
Una de las barreras que identifica es la ausencia de modelos a seguir en puestos directivos. Muchas mujeres no se atreven a aspirar a posiciones ejecutivas porque no ven ejemplos de liderazgo femenino en sus organizaciones. “Es fundamental que las compañías muestren historias de éxito y brinden mentorías que motiven a las mujeres a sentirse seguras de sus talentos”, comenta.
El papel de la educación y la sociedad
Si bien las empresas desempeñan un rol crucial, el entorno educativo y social debe sumarse al esfuerzo. Para Monika, es vital que la igualdad de oportunidades sea un valor compartido por escuelas, familias y gobiernos. “En México observo iniciativas muy valiosas enfocadas en impulsar la participación femenina. Sin embargo, debe existir continuidad y compromiso a largo plazo. No podemos retroceder en las conquistas alcanzadas en inclusión y diversidad debido a cambios políticos o modas pasajeras”, puntualiza.
Un mensaje para las nuevas generaciones
Aunque se suele preguntar qué pueden hacer las mujeres para avanzar, Monika voltea el reflector hacia las instituciones. “Es un mito creer que las mujeres no quieren ocupar posiciones de liderazgo. En mi experiencia, tanto mujeres como hombres desean crecer profesionalmente. La clave está en que las empresas rompan los sesgos y creen las condiciones adecuadas para que todos los colaboradores desarrollen su máximo potencial”, explica.
Para las jóvenes profesionales que buscan abrirse paso en la industria energética, el consejo es claro: “Si la organización promueve la inclusión de verdad, aprovecha cada oportunidad de aprendizaje, capacitación y mentoría. No subestimes tu talento por el hecho de ser mujer. Tu voz e ideas son necesarias para la innovación y el éxito de la empresa”.