El precio de la mezcla mexicana de exportación acumula una merma de 8.86% en tres sesiones en baja, en línea con sus pares internacionales.
La rápida propagación de la variante Delta en Estados Unidos y China, los dos mayores consumidores de hidrocarburos, está replegando a los precios del petróleo.
Aunque los gobiernos de ambas naciones han descartado confinamientos masivos, en caso de una nueva crisis sanitaria, un eventual recrudecimiento de la pandemia afectaría la movilidad de sus ciudades más importantes y, por consecuencia, moderaría la demanda de combustibles.
Incluso, la caída se produce pese a crecientes tensiones geopolíticas en Medio Oriente. Omán confirmó que el petrolero Asphalt Princess se vio envuelto en un secuestro en el Mar Arábigo. Trascendió que fuerzas de Irán respaldaron el secuestro.
En este contexto, de acuerdo con Pemex, la mezcla mexicana perdió el miércoles 1.91 dólares, o 2.87%, para cerrar en 64.55 dólares. Desde el viernes, cuando cerró en 70.27 dólares, el referencial mexicano pierde 8.86%.
A pesar de la caída, el insumo mexicano aún suma un rendimiento de 36% con respecto a su precio de 47.16 dólares del cierre de 2020.
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En Londres, el crudo Brent perdió 2.03 dólares, o 2.8%, para cerrar en 70.38 dólares el barril. Mientras en Nueva York, el crudo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) cayó 2.41 dólares, es decir, 3.42%, para concluir en 68.15 dólares. Fue el menor nivel de cierre para ambos referenciales desde el 20 de julio. Ambos también acumulan tres sesiones en baja.
La variante Delta ha encendido las alarmas de una probable recaída de la economía mundial y su inminente impacto en la demanda de hidrocarburos.
Por si fuera poco, la producción de petróleo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) subió en julio a su nivel más alto desde abril de 2020.
Hace unos días, Morgan Stanley estimó que el precio del Brent se negociará entre 75 y 79 dólares por barril durante el resto de 2021. Algunos operadores comienzan a descartar esa expectativa.